La taberna valenciana que transforma las tapas de siempre en una nueva experiencia

«Empezamos hace un año y medio. Mi compañero Juancho y yo, ambos cocineros, llevábamos muchos años trabajando para otros y decidimos abrir algo nuestro, algo que nos representara», comenta Javier Oria, el alma de esta taberna situada en la Plaça de Mossén Sorell, en Ciutat Vella. «Queríamos crear una taberna de las de antes, pero con lo que ahora nos gusta a todos, remasterizando la taberna del siglo XXI», añade.

En un pequeño local donde la esencia de lo casero se fusiona con la modernidad, 'El Templat' se ha hecho rápidamente un hueco en el barrio, especialmente entre los vecinos y los amantes de las tapas bien hechas. «Somos solo dos personas y todo lo hacemos nosotros. Todo es casero. Desde el primer día, hemos intentado ofrecer lo mejor, hacer todo con cariño y asegurarnos de que la gente se sienta como en casa», explica.

Aunque la carta de la taberna varía según la temporada, Javier mantiene ciertas tapas clásicas que no pueden faltar. «Tengo cinco o seis tapas fijas, y luego voy cambiando según lo que encuentre en el mercado. Lo compro todo en el Mercado Central, y si hay algo especial, lo incluyo en el menú», comenta Oria. Entre los platos más populares, destacan la ensaladilla rusa de conejo, las albóndigas de ternera, la titaina valenciana y el ajo arriero, que reflejan una cocina tradicional pero con un toque propio que conquista a cada comensal.

Uno de los platos más singulares que ha cautivado a los comensales de 'El Templat' es la oreja al estilo riojano, un plato que Javier prepara con una receta familiar. «Mi familia es de La Rioja, y allí es muy típico hacer rondas de pinchos. Un día, en una de mis visitas, probé una oreja empanada que me encantó, así que decidí replicarla», comenta.

La receta es sencilla pero requiere de una preparación cuidadosa para lograr el sabor perfecto. «La oreja se hierve en olla express con cebolla, zanahoria, laurel y clavo durante unos 30 o 35 minutos, dependiendo de la cantidad. Luego se deja enfriar, se pasa por harina, por huevo y se fríe hasta que queda bien crujiente», explica Javier. El toque final lo da la sal gorda, el pimentón ahumado de la Vera y una salsa agripicante para refrescar el paladar.

Aunque no es un plato típico valenciano, Oria asegura que esta propuesta ha sido muy bien recibida por su clientela. «La gente aquí, en el barrio, lo ha acogido bien. Es un plato que o te gusta o no, pero me ha sorprendido la aceptación que ha tenido», comenta con orgullo.

«Lo primero es hacer bien las cosas, trabajar con tranquilidad y disfrutar del proceso. Nosotros estamos aquí para hacer lo que nos gusta y, si seguimos haciendo las cosas bien, el resto vendrá solo», asegura el cocinero de La Taberna. Y es que, a pesar del esfuerzo que conlleva regentar un local con la filosofía de «todo hecho en casa», la pasión por lo que hace es lo que mantiene viva la ilusión. «De momento, nos está saliendo bien. Trabajamos mucho, pero lo pasamos muy bien», concluye.

Con una oferta de tapas tradicionales con un toque moderno, y un compromiso con la calidad y el servicio, la Taberna El Templat ha logrado crear un rincón especial en el centro de Valencia. Con el tiempo, no solo se ha ganado el cariño de los vecinos, sino también de los visitantes que buscan descubrir los sabores más auténticos en la ciudad.