El sabor del café recién tostado

El mundo de la elaboración del café es profundo, todo un arte. El tipo de grano, el modo de tostarlo e incluso de molerlo condicionan el sabor final y la cremosidad. También influye el tiempo que pasa desde el molido hasta su consumo, ya que una vez pasa por la máquina de moler, la oxidación, que ya ha empezado con el tueste, se acentúa y provoca que se altere la calidad del producto final. En las diez cafeterías que El Café de Camilo tiene en Valencia cuidan este proceso al máximo y garantizan toda la frescura, ya que poseen uno de los pocos tostaderos de café que quedan en Valencia, concretamente, en Paterna, donde además tuestan café para otras marcas.

El Café de Camilo es el sitio perfecto para tomar un café de calidad, y también para llevarse a casa el que más nos guste entre sus decenas de opciones. Se muele al instante, de modo que el cliente desee, para todo tipo de cafeteras. Las opciones son casi infinitas, de Guatemala, Colombia, Papúa-Nueva Guinea o Tanzania. Y después está el café Gourmet, una mezcla a criterio del maestro tostador de la firma, que es un auténtico regalo para los sentidos.

Camilo Monzó es la tercera generación al frente del negocio, que montó su abuelo, creador de la mítica firma Malta El Miguelete. Eran otros tiempos, de posguerra, en los que el pueblo no podía permitirse el café. Hoy en día los tiempos han cambiado y, con ellos el proyecto. Camilo Monzó armó en 1998 las cafeterías El Café de Camilo. Hoy hay una decena de ellas repartidas por toda Valencia. La marca, además, sirve también su café elaborado en Paterna a múltiples negocios de hostelería. Aunque la procedencia de los granos es diversa, se trata de un producto de proximidad que garantiza la máxima frescura, al tostarse a pocos kilómetros de donde luego se consumirá.

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