El verano que viviremos peligrosamente

Os debo confesar que el primer título que se me vino a la cabeza para mi reflexión semanal de esto del comercio y el bebercio fue: «El mejor verano de nuestra vida», parafraseando algún título conocido de una película. La realidad creo sinceramente que va a ser otra y en mi deuda con vosotros debo seguir siendo sincero y coherente, y trasmitiros mis reflexiones acertadas o equivocadas pero analizadas desde el objetivo de ayudar a nuestro querido sector. Podríamos ser facilones y guiarnos por los majestuosos datos que nos aportan desde mil sitios en los que vaticinan un verano de récords, de alegrías desbordadas y de previsiones halagüeñas en todos los aspectos. No, no somos así ni debemos serlo.

Una cosa tengo clara, va a ser un verano espectacular en el sector hostelero y hotelero. Vamos a estar llenos, se va a trabajar muchísimo, los ingresos van a ser como nunca, batiremos récords y la euforia seguramente gane a la prudencia. Error. Dicen que la palabra «pero» es la más triste de español porque siempre detrás de ella viene una pega, un problema o simplemente algo que no nos gusta. Este verano va a ser el verano de muchos «peros», sobre todo en octubre.

Me explico. La foto que ilustra esta reflexión es mi amigo, hermano y maestro Óscar Carrión quien compartió esta semana con más de 50 empresarios de hostelería de Valencia la situación actual del sector, las perspectivas de cara a este verano y la necesaria coherencia ante la que se nos viene encima. Desde la honestidad que comparto, el bueno de Óscar junto a Nico Ayela analizaron la foto actual del momento económico que vivimos. No entraron en la falta de personal, en las trabas administrativas o en la reforma laboral, el grueso de todo viene en la rentabilidad venidera frente a una inflación desbordada que nos puede llevar a tomar decisiones equivocadas. La cesta de la compra es el meollo de todo y con los datos en la mano sabemos que ha aumentado un 27 %. Ay mare ¡¡¡.

Los que trabajamos con presupuestos andamos locos de atar, nada es como habíamos previsto y nada va a serlo, aunque hayas negociado precios de compras anuales… Ya nada es como era. Estamos iniciando una tormenta perfecta y el estar protegidos, el haber sido prudentes en el abrigo o el analizar todo antes de decidir, serán las herramientas que nos lleven al éxito merecido o a la sorpresa del fracaso, cuanto más he vendido, más he perdido. Ojo.

Asumo una deuda, en octubre os prometo un análisis de este verano. Espero que sigáis todos, aunque algunos habrán trabajado con locura y verán sus arcas vacías tras el palizón por la falta de rentabilidad, y lo que es peor, algunos habrán aplazado pagos y estarán sin liquidez. De nuevo, ay mare¡¡¡

Como bien sabéis, 'El sitio de mi recreo' es más un espacio en el que reflexionar y aportar posibles soluciones que una columna en la que mirarnos el ombligo, os quiero compartir ocho ideas fuerza que Óscar Carrión y Nico Ayela mostraron a los, ya menos felices, empresarios hosteleros esperando que os hagan reflexionar y al menos ser más prudentes, más cautos, más analizadores y al fin, más felices.

Ahí van:

1. Implantar la cultura del dato. «Lo que no son cuentas, son cuentos»

2. Control de compras. «Gastar menos para ganar más»

3. Control de cocina. «Lo que no se mide, no existe»

4. Control de sala. «Además de servir, vender con cabeza, no sobrevender»

5. Dirigir bien. «Como va bien, no dirijo. Error»

6. Precios Coherentes. «Precios honestos con el cliente y con nuestra rentabilidad»

7. Formación, formación y formación. «Que tengamos la caja llena no significa que lo sepamos todo. Fórmate»

8. La buena muerta empresarial. «Cuánto más he vendido más he perdido»

Hoy mi palabra bonita es, esperanza. Mi esperanza es y será que el título de mi reflexión de octubre realmente sea «El mejor verano de nuestra vida». Y de corazón que lo será, está en vosotros.

Reflexionemos.