J. ALACID | A. PEDROCHE
Jueves, 1 de septiembre 2022, 00:02
Es un diagnóstico que se repite cuando se da voz a los principales protagonistas de la vendimia que ya ha arrancado en la Comunitat: la ... cosecha de uva llega este año por adelantado (más o menos, con una semana de anticipación respecto a otros años), y también con expectativas de alta calidad. Los efectos del tórrido verano que ha azotado el suelo valenciano se dejan notar también en un cultivo clave para el sector agrícola, que se extiende por toda la región y obliga a una viticultura de precisión para ajustar la excelencia del fruto a los vaivenes del clima. Así lo confirma desde sus pagos en el Celler del Roure el bodeguero Pablo Calatayud: «La vendimia viene con algo de adelanto pero el problema es que las variedades tardías de adelantan mucho y se amontona todo». ¿Y la cantidad? ¿Y la calidad?_Calatayud responde, con su sempiterna sonrisa:_«Cantidad, algo menos. Calidad, muy buena... si el cielo no cambia de color».
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No demasiado lejos de Terres dels Alforins, donde cultiva Calatayud sus delicadas vides, también Pepe Mendoza se afana estos días en llenar su bodega del fruto de su viñedos. «Es una añada muy difícil», reconoce, «pero la planta está bien, porque ha funcionado de maravilla, sin un gran estrés». «Hay que tener en cuenta que el mar amortigua y nosotros lo tenemos en línea recta a un kilómetro de nuestros viñedos», agrega. Mendoza insiste desde sus fincas de Casa Agrícola, ese otro mar de cepas emplazado en Llíber (Alicante), que las características de su producción («Aquí no estamos pensando en recoger toneladas de uva», avisa) contribuyen a la buena salud que observan sus vides: «Son racimos concentrados, de variedad giró de alto nivel... En definitiva, viña vieja que ha trabajado muy bien». Para respaldar su dictamen, Mendoza señala unas primorosas uvas tintas y afirma: «Por mucha ola de calor y mucho estrés exterior que haya habido, la planta ha demostrado que tiene capacidad para sacar adelante una vendimia de calidad excelente». ¿Resumen? «Una cosecha corta pero sana y buena. El estado sanitario», prosigue, «es brutal de bueno, porque no ha llovido nada desde abril o mayo». Una cosecha que además llega, igual que ocurre en el resto de vides valencianas, por anticipado, como confirma Mendoza. «Ha habido un adelanto como de unos diez días respecto a otros años», señala.
En parecidos términos se pronuncian también, desde la otra punta del mapa de la Comunitat, los responsables de la Cooperativa de Viver, el municipio castellonense que plantó cara al fuego durante el feroz agosto y ahora ha empezado ya a recoger los frutos del trabajo de todo un año. «La vendimia de las uvas tintas empezará previsiblemente el 7 de septiembre con la recogida de la variedad tempranillo», explican sus responsables. «La blanca chardonnay ya se vendimió el 24 de agosto», apuntan, mientras confirman que «las fechas de la vendimia se han adelantado una semana respecto a lo habitual por el calor». Y como Calatayud y Mendoza, en Viver observan que «la calidad de la uva es muy buena tanto a nivel sanitario como por parámetros organolépticos». También detectan en la Cooperativa radicada en la comarca del Alto Palancia unas buenas previsiones de cantidad, que apuntan a casi 50.000 kilos de uva tinta recogidas en sus 15 hectáreas de viñedo».
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Un cultivo todavía incipiente que contrasta con el poderío que distingue al gran pulmón del cultivo de vid en la Comunitat, la comarca de Utiel Requena, la prestigiosa Denominación de Origen que apuesta por dejar en manos de viticultores y bodegueros la fecha exacta para iniciar la vendimia. «Hacemos boletines de maduración semanales», detallan en la DO, «para que cada cual adapte los datos a su propia realidad o a sus necesidades en función de sus parámetros». La evolución de las temperaturas en los próximos días, advierten, determinará los dos baremos que sirven para calibrar el resultado de toda vendimia: la cantidad y la calidad, «aunque de momento en nuestras previsiones no hemos visto ningún dato negativo», explican.
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Las tormentas de pedrisco de los últimos días han provocado graves daños en la Comunitat Valenciana, según informa Agroseguro, que recuerda el dañino carácter de las tormentas de pedrisco y viento que descargaron sobre parcelas aseguradas de viñedo, frutales, hortalizas y frutos secos, entre otros cultivos, desde el jueves hasta el lunes. El impacto fue especialmente graves en la comarca de Requena-Utiel, donde los partes de siniestro recibidos por Agroseguro indican daños en más de 4.300 hectáreas de viñedo, lo que supone más del 40% de la superficie asegurada.
En esos mismos parajes del interior de la_Comunitat radican las bodegas valencianas especializadas en la elaboración de cava, una variedad de vino que sí que está acometiendo ya estos días la vendimia «de las variedades más tempranas». Se trata de las cepas de chardonnay y pinot noir, cuya cosecha convivirá a partir de este jueves con la vendimia de macabeo, «que es la uva mayoritaria». «Lo que ya entrado y el muestreo de lo que está por entrar avanza una uva muy sana, de muy buena calidad, aunque con una merma media de alrededor de un 20% respecto a un año normal», anotan.
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