Un supercarajillo con la caída de la hoja

Del carajillo se podrían escribir tomos y tomos de un tratado sobre qué es y cómo se sirve. Precisamente por eso y por que lo que voy a proponerles hoy como cóctel es un 'no carajillo': le he llamado 'supercarajillo'.

Cosas que pasan.

Vamos a él: en una coctelera (el que la tenga, y el que no, ya sabe que puede utilizar un bote de cristal de los de cualquier conserva vegetal bien limpio seco con su tapa), añadir un par de cucharadas de nocilla ( o una leche, cacao avellanas y azúcar similar), y un café espresso bien calentito.

Con una cuchara, disolver la nocilla y el café, y a continuación añadir un chupito de Licor 43 y otro de café licor tipo Cerol o similar. Un par de hielos y agitamos bien hasta diluir y enfriar todo. Servimos en un vaso de café más o menos grande y le añadimos una parte superior de nata montada.

Tendríamos así esta especie de 'capuccino-carajillo-asiático', al que se me ha ocurrido llamarle «supercarajillo» porque está super de verdad.

Ah, y otra cosa, una vez disuelto y servido en su vaso antes de añadirle la nata, lo podemos calentar en el microondas y así lo tendríamos calentito para estas tardes otoñales donde, la verdad es que apetece.

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