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Un momento de la cata, que se celebró en la tienda de Rafa Muñoz Bosch. lp

¿Qué copa elegirías para un vino espumoso o un tinto joven?

Una cata impartida por la sumiller Manuela Romeralo enseña a identificar cuáles son los mejores tipos de recipiente para cada caldo

Jueves, 5 de mayo 2022, 18:40

El cava y el champán no se beben en copa de flauta, sino en una copa abombada y de boca cerrada para concentrar los aromas. ... Lo explicó la sumiller Manuela Romeralo en una cata organizada por la tienda Muñoz Bosch para aprender a seleccionar la copa adecuada para cada vino. Muchos de los que fueron a la cata ya lo sabían: Sergio Terol, Javier Vela, la galerista Ana Serratosa, el doctor Kaled Safadi, el empresario Carlos Pujadas, Julia Pérez Broseta, el sastre Antonio Puebla, Javier Lizcano, Manuel García Portillo y el restaurador Vicente Rioja, son todos grandes aficionados a la gastronomía y saben perfectamente qué copa elegir. Pero todavía hay muchos restaurantes que sirven un espumoso en copa estrecha y por eso Rafa Muñoz Bosch ha organizado estos talleres.

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Jopeta, toda la vida bebiendo cava en copa de flauta y ahora resulta que es un sacrilegio tomarlo con esa copa porque se pierden los aromas y se estrangula el vino. Ay, ¿y qué haces con la cristalería tallada tan bonita que te regaló en la boda tu tía Conchín y que solo sacas para ocasiones especiales? Mucho me temo que se quedarán para decorar la vitrina, porque una vez que sabes que el cava se sirve en otra copa ya no hay vuelta atrás.

Y cuando invites a merendar a tus amigas y alguna te mire con ojos de reprobación porque piensa que no tienes copas de cava y por eso has sacado unas de vino, le dirás: mira, guapita el vino espumoso hay que beberlo en una copa ancha para poder apreciar todos los aromas, porque si lo tomas en una copa estrecha, inclinas la cabeza hacia atrás y el vino se va directamente al final de la lengua, con lo que tus papilas gustativas pierden gran parte del sabor.

Dice Romeralo que falta mucha cultura en la elección de las copas y muchas veces se siguen criterios erróneos, no sólo con los espumosos. Por ejemplo, un vino caro se suele servir en una copa de gran tamaño, cosa que no tiene que ser siempre así, porque hay vinos que se pierden en una copa grande y otros que, por el contrario, necesitan espacio para oxigenarse.

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Arriba, Antonio Puebla, Julia Pérez Broseta, Sergio Terol, Ana Serratosa y Manuel García Portillo. Abajo, el empresario Carlos Pujadas y a la derecha, la sumiller Manuela Romeralo. lp

La elección de la copa es tan importante, que según la sumiller un mismo vino puede cambiar de sabor en distintas copas. Y la prueba se hizo allí mismo, con los vinos de Luca Bernasconi. «La copa puede transformar el vino y hacer que se perciban más o menos los aromas. Hemos realizado catas a ciegas con distintas copas y parecía otro vino».

Otro consejo: los vinos que tengan poco que decir, mejor en copa pequeña para concentrar los escasos aromas; por el contrario, los más complejos y crianzas piden copas más grandes para oxigenar mejor.

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En la cata también recomendaron no lavar las copas con detergente muy fuerte para que no interfiera en el sabor del vino y a ser posible no ir muy perfumada a una cata, porque si llevas Chanel número 5 todo el vino que pruebes sabrá a jazmín.

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