Vegalfaro degolló sus espumosos submarinos

Rodolfo Valiente, enólogo y director de Bodegas Vegalfaro, convocó la semana pasada a un selecto ramillete de periodistas del vino y gastrónomos de relumbrón en el recientemente inaugurado restaurante El rincón de María, en Puzol. Le acompañaba en el acto César Gómez, el criador de ostras que cultivó las primeras ostras valencianas. Tenía buenas razones, y nadie las conocía hasta que desveló que el azar había hecho posible que algunas botellas de su cava Vegalfaro Brut Nature Gran Reserva cayeran al fondo del mar durante una visita del vinatero a la batea del puerto de Valencia donde César tiene sus ostras. Seguramente, tras el chasco de verlas bajo el agua, el bodeguero decidiera que las acompañaran algunas cajas más. Ahí han estado un año y el resultado vio la luz la semana pasada.

Ostras y espumoso marino de método tradicional

Huelga decir que tras el paso de una año en «rima submarina» lo que iba a ser cava ya no se puede denominar como tal, -Buscaré la forma -, y mientras esto decía Rodolfo abría a la francesa la primera botella armado en vez de sable gabacho, de una bayoneta española de la Guerra de Cuba. Los cavas y espumosos marinos de la bodega tuvieron su contrapunto en las ostras de los criaderos de Cësar: las Ostras del Sol, que pacen en el Delta del Ebro, las asturianas Ostra Astur y Les Perles de Valencia; Leyre Gómez, experta en ostras, las fue desconchando a medida que explicaba sus características. Del método tradicional marino hay que apuntar que más allá de las características propias de la macabeo y chardonnay (el dueto perfecto del cava de Requena) en la elaboración de un método tradicional, en la copa presentaba un elegante color limón pálido con delicadas irisaciones verdosas, las burbujas muy finas y de andar armonioso. Sus característicos aromas a flores blancas estaban ahí, también la manzana verde, la bollería… El resultado ha sido excelente, no cabe duda que la oscuridad y la temperatura marina, además de las vibraciones, los movimientos del mar el incluso los sonidos marinos le proporcionan características distintivas.

Se siguió con vinos de Vegalfaro que acompañaron galeras, canuts, all i pebre, un caldero de arroz de bogavante y otras lindezas… Hay que destacar la cocina que ofrece El Rincón de María, dirigido por María Gómez, donde los productos del mar, al ser hija de César, como imaginarán son los protagonistas. Tomen buena nota.

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