El verano mallorquín, al galope

Rosa. Así le ha quedado el pelo a Antonia DellAtte tras un frustrado intento de teñirse de rubia platino. Pero si la vida te da limones, haz con ellos una rica limonada, ha pensado la impetuosa italiana. Así que, decidida a hacer de la «necesidade virtude», se ha inventado un nuevo look... El indefinible fucsia capilar de DellAtte refulgía el viernes por la noche en el torneo de polo Engel & Völkers como metáfora y preámbulo de la avalancha rosa que se avecina esta semana en el panorama social mallorquín. Tras un mes de julio marcado por las despendoladas estrellas hollywoodienses que aterrorizan Ibiza, Palma está dispuesta a marcar el ritmo del cuore en agosto. Ha comenzado al galope, con un partido de polo con fines benéficos que congregó al todo Mallorca chic y parte del extranjero en la espectacular finca Son Coll de Christian y Ninon Völkers. Pero eso ha sido solo el aperitivo. Hoy se servirá el plato fuerte con el arranque de la 33 Copa del Rey de Vela, patrocinada por Mapfre y que cuenta como principal ingrediente con el estreno de Felipe VI como Rey de la regata, y con el esperadísimo primer posado de la nueva Familia Real en el marco del Club Náutico de Palma.

Descalza sobre la hierba (parte de su nuevo estilo libre de mujer rebelde, según ella), DellAtte no paraba de saludar a amigos y conocidos de muchos años atrás, al tiempo que se desvivía por aclarar que su pelo color chicle no es un intento emular a su compatriota Lucía Bosé, que lleva años luciendo una llamativa cabellera azul eléctrico. Simpática y comunicativa (menos cuando le preguntan por Lequio o por Ana Obregón, sobre los que ya no habla mal en público), Antonia, que vive a caballo entre Barcelona y Milán, parece por fin en paz consigo misma. «He tenido muchos problemas con la tiroides, pero ya están superados», explicó. A su lado, su hijo, Clemente Lequio, se veía más atlético que nunca, aunque su actividad principal no es el deporte sino su trabajo como productor de DJs. DellAtte presumía de vástago y de un nuevo hito profesional en su carrera de modelo. Está «orgullosísima» de figurar en la edición especial 50 Aniversario del calendario Pirelli, con una foto que el gran Helmut Newton le tomó para un almanaque de los años ochenta y que entonces no llegó a publicarse. «Que la hayan elegido ahora significa que he dejado huella en la moda», razona la italiana.

Llegar a Son Coll, una finca tan paradisiaca como recóndita, con vistas de ensueño sobre la sierra de Tramuntana y el mar, no fue tarea fácil. Se juntaron más de 600 personas y los accesos parecían la entrada a una superpoblada urbe en hora punta. Pero todos los invitados estuvieron de acuerdo en que la espera mereció la pena: el enclave era imponente. Los Völkers son propietarios de la inmobiliaria de lujo que maneja las propiedades más caras y rutilantes del mundo (desde castillos a yates) y tienen que predicar con el ejemplo. El torneo de polo que organizan posee un carácter solidario y sus beneficios van destinados a su propia organización benéfica que desde 2008 escolariza a niños en Togo.

Entre los asistentes destacaron la modelo Eugenia Silva (una de las poquísimas que se saltó el dress code y no se vistió de blanco), Nieves Álvarez, Boris Izaguirre, Simoneta Gómez-Acebo, Nacho Duato, Olivia de Borbón y Laura Ponte, que tiene casa en la isla y está decidida a pasar un verano junto a sus hijos «a puerta cerrada y sin vida social». Lo tiene difícil la modelo, porque la fiesta en Mallorca no ha hecho más que comenzar.