LAS PROVINCIAS
Martes, 12 de agosto 2014, 13:25
Cuando llegó el momento de la esperada subasta benéfica de la gala Starlite, nadie podía imaginar lo que iba a suceder. Como es costumbre, los premios eran jugosos: desde un reloj Cartier de Valeria Mazza hasta una cena con Julio Iglesias en su casa de Punta Cana.
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Esta vez también podía conseguirse una cena junto al mismísimo Antonio Banderas, aunque nadie se esperaba que iba a dar tanto que hablar. El precio de salida comenzó en 5.000 euros, aunque rápidamente empezó a incrementarse y pronto alcanzó los 13.000 euros, ofrecidos por Eugenia Martínez de Irujo.
Cuando la duquesa de Monroto ya pensaba que la cena era suya, Miguel Sierralta, empresario y productor venezolano, se levantó y subió al escenario para comunicar al actor malagueño que entre el público había una mujer que estaba dispuesta a pagar la friolera de 30.000 euros por tener el honor de cenar con él.
Aunque la mujer eligió permanecer en el anonimato, según publica la revista 'Vanitatis' la misteriosa mujer podría tratarse de una rica empresaria venezolana llamada Raquel. Por lo visto ella y Banderas tuvieron la oportunidad de conocerse en la gala y parece ser que hubo buen 'feeling' entre ellos. Ahora solo queda que puedan cuadrar sus agendas para poder llevar a cabo la cena que ha sido la más cara de la historia de este festival.
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