«Los actores jóvenes no deberían ponerse tan cachas»

El malvado Pacheco de la serie Isabel, el galán otoñal que seduce y traiciona a Aitana Sánchez Gijón en Velvet es en la vida real un murciano de 50 años afable y poco dado al conflicto. Está a punto de estrenar, junto a Maribel Verdú, Felices 140, película de Gracia Querejeta que aborda los estragos que puede causar un atracón de pasta.

- En Felices 140 hace de ex marido de 50 con novia de 25...

- El amor no tiene edad ni tiene muros. El amor puede con cualquier cosa. Y mueve el mundo.

- ¿Pero lo de irse con una de 25 es amor?

- Bueno, quizá sea otra cosa, ja, ja, ja...

- ¿Ha tenido ocasión de comprobar lo malo que es el dinero?

- Yo no. En la película se habla de alguien que quiere compartir con sus seres queridos la noticia de que le han tocado 140 kilos en el Euromillón.

- ¿Usted con 140 millones se iría a Andorra?

- No creo. Lo dedicaría a levantar el hotel Salas, que es el que mi familia tenía en Puerto Lumbreras, mi pueblo. También produciría las películas que quiero y daría trabajo a la gente que quiero. Y seguiría trabajando como actor, porque esta profesión es una droga.

- Ha hecho de Adolfo Suárez. ¿No le tienta la política?

- Nada. Me importa mucho lo que se haga en política pero a mí con ser actor me basta. No tengo ni la vocación ni la ambición suficiente para ser político.

- ¿Nos falta ahora mismo un Suárez?

- No creo que solo un líder fuera capaz de generar un cambio profundo. Necesitamos una regeneración de la vida política para sacar adelante a este país que a mí me parece muy potente y maravilloso y que está viviendo unos años un poco oscuros y tristes.

- ¿Nota esa tristeza en el patio de butacas?

- Ahora con la gira de Jugadores es una maravilla ver que el público se divierte. Cuando la gente todavía se ríe en el teatro es que no está todo perdido.

- ¿Por qué o por quién se llama Ginés?

- Por mi abuelo, pero en Murcia tres de cada cuatro nos llamamos Ginés, que además es el patrón de los actores. San Ginés, cómico y mártir. Yo me quedo solo con lo primero.

- ¿Su paisano Paco Rabal le ha servido de inspiración?

- Tuve la suerte de conocerlo. Fue una maravilla: me protegió, me contaba historias muy divertidas de un mundo que ya no existe. Era muy grande. Siempre me decía (aquí pone voz de Rabal): "Haz cine, Ginés, conocerás mundo, mujeres...". Era incansable. Recuerdo una madrugada en la que todos nos caíamos de sueño y él seguía tan fresco. A mí me decía: "Tú no te vayas, que eres de Murcia".

- ¿Quedan actores tan excesivos como Rabal o Fernán Gómez?

- Ahora nos cuidamos mucho más. Los actores jóvenes van mucho al gimnasio. Y personalmente creo que no deberían ponerse tan cachas. Se les ve muy hinchados y no es bonito.

- Oiga, en Velvet parecía bueno...

- ¿A que sí? Ja, ja, ja... Pero es que los buenos son muy aburridos. Yo lo pongo en el contrato: que sea un poquito malo. Es que si no, no me divierto. Si supiese lo que me reía en el plató de Isabel con el malvado Pacheco...