La 'Araña infernal' y los silbatos protagonizan un disparo de lo más original
Manuela Velasco celebra sus 40 años.

«He sufrido en el papel de esposa engañada»

Feliz en la vida real, Manuela Velasco se solidariza con su personaje de 'Velvet'. Sobre su tía Concha afirma: «Es incombustible, se cayó en la marmita como Obélix»

arantza furundarena

Jueves, 9 de julio 2015, 20:51

Con solo nueve años ya pisaba el escenario. Pero a hurtadillas. Su tía, Concha Velasco, y toda la compañía habían terminado la función cuando ella salía a escena, se quedaba contemplando el patio de butacas desierto y se decía a sí misma: "Algún día actuaré yo aquí". No se equivocaba. Treinta años después, Manuela Velasco es una reconocida actriz con la agenda profesional repleta. Está en pleno rodaje de la tercera temporada de Velvet, acaba de comenzar los ensayos de la obra teatral Bajo terapia y aún le ha quedado tiempo para ejercer como madrina de las últimas propuestas de la firma de maquillaje MAC para la temporada otoño-invierno. "El rostro es un lienzo para los maquilladores -observa esta licenciada en historia del Arte-, me encanta verlos trabajar".

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Manuela es Cristina en la serie Velvet, la sufridora esposa de Miguel Ángel Silvestre, quien a su vez está perdidamente enamorado de Paula Echevarría... "Esta parte es la mejor -asegura la actriz-. Estoy disfrutando con el rodaje como una loca". Y desvela que la despechada Cristina lejos de quitarse del medio "va a estar más presente que nunca". De abnegada cónyuge va a transformarse en "animal herido, que son los más peligrosos". Manuela no puede desvelar más detalles sobre los capítulos que empezará a emitir Antena 3 en septiembre, pero confiesa que los disgustos de Cristina le han afectado. "He llegado a sufrir mucho en el papel de esposa engañada. Yo no soy de esos actores que se están riendo a carcajadas y cuando gritan acción sueltan la lágrima. Yo necesito un proceso pero luego me meto mucho en el papel".

Con todo, la vida le ha tratado "muchísimo mejor" que a su personaje. Lleva 14 años unida al también actor Rafa Castejón. No tienen hijos. Y Manuela casi se sorprende al comentarlo... "Cumpliré 40 a finales de octubre. Se me han pasado volando los últimos 20 años. Quiero ser madre, pero me descoloca haber llegado a una edad en la que ya me tengo que decidir", afirma. Comprensiva, empática, con tendencia a ponerse en el lugar del otro y con "bastante aguante", Manuela no se considera muy diferente al personaje de Cristina salvo en un aspecto: "Yo intento mirar las cosas como son y no engañarme".

Desvela la actriz que Miguel Ángel Silvestre y ella le ponen canciones a las secuencias y se lanzan a cantarlas antes de que griten acción. "Es para pillarles el ritmo". O como diría Silvestre, el flow. Con Paula Echevarría se deshace en elogios. "Es la menos diva de todos, un pedazo de compañera". Y con Ángela Molina, igual. "Entra en una habitación y cambia la atmósfera. Me pregunto si ella es consciente de que enamora a todo el mundo con esa mirada profunda. Y luego es tan cariñosa". Habla tan bien Manuela Velasco de sus colegas que es inevitable concluir que quien de verdad es una excelente compañera es ella.

De niña la catalogaban de "buenísima y muy dulce". Pero la actriz lamenta no haber heredado la energía desbordante de su tía Concha. "Es incombustible, yo creo que se cayó en la marmita como Obélix". Su padre, Manuel Velasco, es director de fotografía y su madre trabajó como modelo. Durante sus primeros trece años de vida Manuela fue hija única y se inventó "un hermano imaginario que se llamaba Fernando". Luego llegaron las tardes en el teatro junto a su tía... "No me aburría nada verla hacer la misma obra todos los días. Pero lo mejor era cuando ella bajaba al camerino al terminar la función y me contaba las anécdotas del día".

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Hoy la Velasco es fan de su sobrina. Tras cada capítulo de la serie la llamaba para decirle "en esa escena has estado maravillosa". "Pero no siempre es así -matiza Manuela-. También me ve defectos y si le he parece que lo he hecho mal me lo dice". Manuela Velasco, cocinera aficionada que borda el cocido madrileño ("me sabe a familia, a hogar"), que se relaja yendo a exposiciones de arte, detesta el gimnasio, le gusta nadar y acaba de celebrar sus próximos 40 años en Formentera con las amigas del instituto. La actriz que espera que "no haya una quinta parte de REC porque ya me peleé bastante" nunca dijo eso de "Mamá, quiero ser artista", quizá porque era tan evidente que no le hizo falta.

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