Borrar
Urgente Aemet sube su alerta a naranja en Valencia este jueves por la llegada de lluvias y tormentas con granizo
Ella es rubia pero para camuflarse entre sus empleados le tiñeron de morena, le pusieron lentillas y un chándal «horroroso». :: atresmedia
La jefa de Yoigo se 'ablanda'

La jefa de Yoigo se 'ablanda'

Masha Lloyd cuelga el traje de ejecutiva de Yoigo y se pone a reparar móviles y a limpiar. Su paso por 'El jefe infiltrado' (La Sexta) la ha acercado a sus empleados: «Me han llegado al corazón»

NURIA ROZAS

Martes, 15 de septiembre 2015, 00:04

«El que no corre riesgos, no gana», es el mantra que ella repite. Y no le ha ido mal... hasta ahora. Porque está por ver cómo le sale este atrevimiento. Masha Lloyd, directora de comunicación de Yoigo, se ha camuflado entre sus empleados para ver cómo trabajan. Es la protagonista, esta noche (22.30 horas), de 'El jefe infiltrado', que emite La Sexta. «Me pareció una oportunidad única de conocer los entresijos y los problemas de mi empresa. Si no lo hacíamos nosotros, lo haría otro operador», justifica.

Colgó el traje de ejecutiva en el armario y se dejó transformar en otra. Los artífices del programa la convirtieron en Melanie Morris, una nueva trabajadora que desempeña tres labores distintas en el programa: agente de atención al cliente, reparadora de móviles y moza de almacén de reparto. «Me convertí en una frutera londinense, divorciada, hortera y con una hija 'nini'. Un papel que jamás elegiría», explica Masha. «Como soy de origen inglés, les pareció una coartada interesante. Los responsables del 'reality' me querían llamar Kate pero yo preferí Melanie porque a mi marido y a mí, como yo soy rubia y él moreno, nos llaman Antonio Banderas y Melanie Griffith», se ríe.

El nombre es lo único que pudo elegir. Con el resto se dejó hacer: le tiñeron de morena, cambiaron el color verde de sus ojos por un azul y tuvo que renunciar a su «ropa perfectamente combinada y vestir un pantalón de chándal fucsia con una camiseta azul horrorosa». «Cuando me llevaron al espejo casi lloro, me habían transformado en otra persona».

La directora de comunicación de Yoigo quiso salir al paso de los rumores de que el programa sigue un guión preestablecido. «No hay guión, los problemas que iban surgiendo con los empleados eran los que yo misma veía, pero no se aumentaban para que fueran más televisivo». No fue hasta la noche anterior de la grabación cuando Masha supo a qué departamento y con qué empleados iba a trabajar durante esos días. Y será la jefa, pero le entraron miedos. Uno de sus temores, cuenta Lloyd, era no saber vender: «Me lo tomé como un reto personal y lo superé».

Y sus empleados, ¿han superado la prueba?

El objetivo no era comprobar si trabajaban bien, que lo tenemos claro, sino conocer la base de la empresa y sus motivaciones. Queríamos que sintiesen los colores.

Ella se da por satisfecha y ahora valora más al equipo. «Sus tareas son mucho más difíciles que las de la gente que toma decisiones. ¡Y más importantes!», concede.

«Tatuajes y heavy metal»

Porque se vio en algún apuro, como cuando tuvo que arreglar un teléfono. «El de reparación de móviles era un chico con tatuajes, heavy metal... imagínate. Reparar un teléfono es mucho más complicado de lo que yo pensaba. Tiene mucho mérito». Otro compañero le puso a limpiar la tienda. «Me pareció estupendo. No sabía vender, así que me tocó limpiar».

Sin rencor...

Sí. Mis empleados dicen que les ha cambiado la vida. Hay uno que ya parece hijo mío. Me ha dicho que este mismo mes se apuntaba a clases de inglés.

Confiesa Masha Lloyd que más que la jefa se siente ahora la mentora. «Tal vez por la edad que tengo. Son muy jóvenes y me veo reflejada en ellos cuando empecé. Me han llegado al corazón».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias La jefa de Yoigo se 'ablanda'