Andrea Pascual vive la boda de sus sueños

Todo ha ocurrido muy rápido. No el noviazgo, pues la pareja se conoció en 2009 en Tenerife, en la boda de Fiona Ferrer y Jaime de Polanco. Desde entonces Andrea Pascual, hija del notario Carlos Pascual y de la historiadora Mariel Vicens, y Beltrán Gómez-Acebo de Borbón han mantenido una relación discreta de la que aquí, en provincias, nos hemos ido enterando por las revistas del corazón. Lo que ha marchado tremendamente rápido es la preparación del enlace, ya que la revista 'Hola' anunciaba su compromiso a finales de enero y, sólo un mes después, la pareja se daba el sí quiero ayer sábado en compañía de una restringida nómina de testigos, una treintena de invitados entre los que se encontraban los padres, hermanos, cuñados y sobrinos de los novios. También asistió a la boda Don Juan Carlos, tío del novio, así como otros miembros de la Familia Real cuyos nombres se guardaron con celo debido al gran secretismo que se generó en torno al enlace.

La ceremonia se celebró en la casa que tiene la Infanta Doña Pilar, madre del novio, en la urbanización Puerta de Hierro de Madrid. El acto tuvo lugar en el interior de la vivienda y posteriormente se sirvió un almuerzo del que se encargó la hermana de Don Juan Carlos. Un grupo escogido de amigos acudía por la tarde a la casa para acompañar a los novios tras el enlace. Andrea lucía un vestido blanco de manga larga con fajín fruncido y unas aves de pedrería bordadas en el hombro diseñado por Isabel Núñez, el pelo recogido en un mono sencillo, sandalias doradas, unos zafiros de su abuela y un ramo de calas. El anillo de pedida fue un gran zafiro rodeado de brillantes que compró el propio Beltrán. Mariel Vicens escogió un vestido corto de encaje azul y chaqueta de pelo gris. Carlos, el hermano de la novia, llegaba acompañado de su esposa, Elena Ravelo, muy elegante con un vestido de estampado floral y estola de visón.

Para Beltrán Gómez-Acebo se trata de su segunda boda, pues en 2004 contraía matrimonio con la modelo Laura Ponte en un enlace VIP fruto del cual nacieron sus dos hijos. En mayo de 2010 la pareja anunciaba su divorcio y desde entonces han mantenido una excelente relación.

Andrea y Beltrán han tratado de llevar su noviazgo en la más estricta intimidad. También se intentó trasladar esa privacidad a la boda, aunque no resultó del todo posible. El coche donde iba la novia fue escoltado por una nube de fotógrafos motorizados que lo envolvía en cada semáforo. Pese a ello, la felicidad se reflejaba en el rostro de los padres de Andrea, encantados con el trato recibido por parte de la familia de Beltrán, así como por los numerosos amigos que acudieron a la recepción.