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Arias Cañete y Micaela Domecq en la Feria de Jerez. :: borja luque
De los Domecq de toda la vida

De los Domecq de toda la vida

A Micaela, esposa de Arias Cañete, vuelven a salpicarle los negocios de la saga con los papeles de Panamá

ANTONIO CORBILLÓN

Martes, 12 de abril 2016, 20:25

Su nombre es uno más en los de Panamá. Micaela Domecq Solís-Beaumont, de 59 años, tenía firma autorizada junto a varios familiares en Rinconada Investments Group, sociedad offshore que manejaba cuatro cuentas bancarias en Suiza. Y eso que, en realidad, a la menor de los nueve hijos de Juan Pedro Domecq y Matilde Solís-Beaumont y Atienza (hija de los marqueses de Valencina) nunca le han interesado los negocios. Pero el poderío de este apellido abarca tanto, que el rastro de Micaela acaba apareciendo en alguna de sus numerosas compañías: suman un patrimonio que ronda los 500 millones de euros entre tierras, toros bravos, bodegas e inmobiliarias.

Micaela lo vive desde la distancia. Nieta favorita de Juan Pedro Domecq, su abuelo le enseñó a amar la esencia de su linaje anglo-español. Así que se entregó a bucear en la historia de la familia con pasión y dedicaba más tiempo a los legajos que a las cuentas de sus muchas empresas. Educada en colegios para la aristocracia europea, cuando apenas había estrenado la mayoría de edad conoció a un joven letrado que había llegado a Jerez de la Frontera como nuevo delegado de Hacienda. Corría el año 1974 y aquel bisoño abogado era Miguel Arias Cañete, exministro y actual comisario europeo de Energía y Clima. Formaron la clásica pareja donde los caracteres opuestos se compenetran. «Ella es muy buena persona, calmada, religiosa y educada», dicen en el entorno de Micaela. Su esposo, en cambio, se acabó revelando como un volcán público, un hombre que dice lo que piensa, a veces incluso antes de pensarlo.

Ella jamás lo ha reconocido en público, pero nunca le ha gustado que la carrera política de Arias Cañete la convierta en un personaje visible. «Las pretensiones nunca han ido con ella. No necesita alardear de nada y siempre ha rechazado el tópico de señorita andaluza, terrateniente y ociosa», explica una amistad suya de Vista Hermosa, el elitista club de Puerto de Santa María donde se la puede ver desde hace algún tiempo practicando el croquet, deporte británico que hace furor entre los apellidos más ilustres del Sur.

Ayudas millonarias

Acabó Derecho pero nunca ha ejercido, porque su verdadera pasión está de puertas para adentro: sus tres hijos (Micaela, Pablo y Miguel) y sus cuatro nietos, que hacen mucha vida común en su gran chalé de la zona de El Cuco en Jerez. Con ellos se la puede ver por las playas de Cádiz, sobre todo a horas crepusculares. Después de casi cuatro décadas de matrimonio con Arias Cañete, es raro que participe en la agitada agenda de su esposo. Pero siempre ha estado al lado del político, hasta cuando protagonizaba deslices machistas o salidas de tono. Tan compenetrados están que en su entorno dicen que «en casa a veces se entienden en inglés y francés». Un excolaborador del exministro popular la define como «una mujer de clase, de tal forma que la relación la marca más ella que él».

Linaje

  • nobleza del sur

  • Linaje. Micaela Domecq es la hija menor de Juan Pedro Domecq y Matilde Solís (hija de los marqueses de Valencina). Sus parentescos alcanzan incluso al ministro de Defensa (en funciones). Una prima de Pedro Morenés, María Teresa Morenés, es la viuda de su hermano Juan Pedro (fallecido en 2011).

  • Huye de los focos. La imagen pública de Micaela tiene que ver con el papel de su marido, el comisario europeo y exministro Miguel Arias Cañete, con el que se casó en 1978. Tienen tres hijos y cuatro nietos.

Un saber estar que no ha evitado que su nombre se mezcle con los intereses de su linaje, como ahora ha pasado con los papeles de Panamá. Una investigación de 'eldiario.es' cifró en 36,6 los millones que han recibido las 42 sociedades de los Domecq de fondos europeos. Como ministro de Agricultura y Ganadería, Arias Cañete fue un férreo defensor de las ayudas de Bruselas al toro de lidia español (logró 'arañar' un millón de euros de la Política Agraria Común), sin que le preocupara que su mujer y sus cuñados fueran dueños del mítico hierro Jandilla.

La firma Agrícola Micaela Domecq SL también cobró 625.700 euros de Europa solo en el periodo 2008-2012. Pero la desvinculación de Micalea de todo este entramado quedó clara cuando tuvo que declarar ante una comisión de investigación del Parlamento extremeño en 2002, después de que cobrara 54.000 euros por dividir en nueve trozos una sola parcela que estaba a su nombre y así recibir más dinero en subvenciones. «No lo sé», fue su única respuesta a las preguntas de cuántos trabajadores tiene, quién les paga o quién hace sus declaraciones tributarias.

Micaela se siente más cómoda con la literatura andaluza (devota de García Lorca y Rafael Alberti), la música (Mozart) o el flamenco. «Pero no es de salir a saraos y fiestas», insisten en los círculos elititas en los que se mueve. También la definen como «muy religiosa y piadosa». El matrimonio recuperó hace 30 años la Fundación Jerezana de la Santa Caridad, que atiende a ancianas con pocos recursos. Aunque algunas denunciaron hace unos meses su temor a ser desalojadas de sus casas por no aportar un mayor porcentaje de sus pensiones.

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