Doña Letizia y los niños de la Copa del Rey

Los niños se convirtieron en los reyes de la celebración del Barcelona después de conquistar una nueva Copa del Rey. A ningún telespectador se le escaparon los largos segundos que la Reina Letizia dedicó a Gerard Piqué y a sus dos hijos. Una eternidad en un acto protocolario como la entrega de trofeos, en la que cada jugador recibe su réplica, saluda y se marcha sin apenas pararse. Pero el central catalán no fue el único que pasó por el palco con sus pequeños. También lo hicieron Leo Messi, Luis Suárez y hasta Neymar.

Doña Letizia no solo departió con el trío formado por Piqué y los hijos que ha tenido con Shakira, Milan y Sasha. También bromeó con Benjamín, el menor de los dos chavales de Luis Suárez, al que le entregó la copita destinada al goleador azulgrana, en una noche agridulce por su lesión en la pierna derecha. Fue algo así como la reconciliación después de la nueva pitada que dedicó la hinchada culé a los monarcas durante el himno.

No es la primera vez que los futbolistas del Barça reciben sobre el césped a sus vástagos, pero sí la primera que van a recoger el premio con ellos. Algunos estuvieron incluso al lado de Iniesta cuando el capitán alzó la copa que le entregó el Rey Felipe.

Da la sensación de que los jugadores del Barcelona, verdaderos coleccionistas de laureles -Dani Alves ya tiene desde el domingo 32 títulos en su currículum, Iniesta 31 y Messi 30-, se toman estas victorias con relativa tranquilidad. Ahora son más maduros y la mayoría prefiere un jolgorio controlado al lado de sus familias.

Los de Piqué y Shakira, cada uno en un brazo del polémico defensa azulgrana, se llevaron todas las miradas. La cantante llegó a Madrid por los pelos, después de viajar a Barranquilla para grabar el videoclip de 'La bicicleta', la canción que interpreta junto a Carlos Vives. El mayor, Milan, de 3 años, no paró de correr con la copa alzada, hasta que regresó a los brazos de su padre para quedarse casi dormido. La celebración, después de los 90 minutos y la prórroga de media hora, donde se rozaron los diez millones y medio de espectadores -más de la mitad de la audiencia-, se alargó hasta casi la una de la madrugada, una hora en la que los niños ya suelen estar soñando.

Piqué y Shakira presentaron a sus hijos al mundo a través de las redes sociales cuando nacieron, una práctica muy extendida hoy en día entre los futbolistas. Pero nada comparado con Davi Lucca, el hijo de Neymar: con 4 años tiene una cuenta de Instagram con más de 40.000 seguidores. El niño, muy rubio, también ha protagonizado en su país, junto al astro brasileño, una campaña de ropa interior con motivo del Día del Padre.

Cámaras de seguridad

La madre es Carol Dantas, la adolescente a la que Neymar dejó embarazada con 17 años. Carol contó hace unos días que el delantero la apoyó en todo, pero Neymar no logró hasta el verano pasado que su exnovia se instalara en Barcelona para poder disfrutar de la compañía del pequeño.

Benjamín Suárez, de 2 años, se llevó la copita que le ofreció doña Letizia, sin soltarse de la cabeza de su padre, que también subió a por el trofeo con Delfina, que cumplirá 6 años en agosto. Hizo buenas migas con Xana, la pequeña de Luis Enrique, que no paraba de dar brincos de alegría. Los Suárez son grandes amigos de los Messi: tienen sus casas muy cerca en Castelldefels y a menudo salen juntos a dar un paseo con los chavales. Toman mate y hablan de esto y aquello.

Tanta vida en común es fácil de explicar. Sofía Balbi -la esposa del uruguayo- y Antonella Rocuzzo -la de la Pulga- se han hecho inseparables. Lo que no está claro es si Suárez es tan obsesivo con la seguridad de sus hijos como Messi, que ha llegado a pagar de su bolsillo un circuito de cámaras de seguridad en el colegio internacional donde llevan a Thiago. Antonella dejó en casa a Mateo, que nació en septiembre, pero se presentó en la grada, donde Thiago ondeaba de vez en cuando una bandera del Barça, con un sobrino llamado Agustín.

Thiago llevaba una camiseta donde se veía serigrafiada la palabra 'Papi' encima del 10 de su progenitor, que cuenta con admiradores en las familias de todos sus compañeros de vestuario. El crío de Neymar bautizó Messi a uno de sus perritos y Piqué tuvo que reñir a Milan el día que el niño le explicó, como justificación, que había escupido al suelo porque se lo veía hacer al genio argentino.

Dani Alves, que no tenía niños con quien compartir la emoción, se dedicó a besar de manera pasional a su pareja, Joana Sanz. El lateral desmintió hace cuatro días que se hubieran casado en secreto, así que solo celebraban el triunfo ante el Sevilla.