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«No soy adicta  a la compra compulsiva»

«No soy adicta a la compra compulsiva»

La 'influencer' Lady Addict desvela sus comienzos. «Fui una niña coplera, peliculera y muy presumida, y cuando abrí el blog no lo dije en casa»

ARANTZA FURUNDARENA

Sábado, 14 de marzo 2020, 00:21

No es actriz pero ha posado en la alfombra roja de los Goya. ¿La razón? Ser una de las 'influencers' más conocidas y seguidas en las redes. Un privilegio que se traduce en 360.000 seguidores en Instagram y una dilatada trayectoria de más de diez años, porque Silvia Zamora fue pionera en lo suyo. Una jovencita con un portátil en una habitación que en 2008 tuvo la brillante intuición de transformarse en 'Lady Addict' y elaborar un blog para hablar de su pasión: la moda. Hoy, ya cumplidos los 40, esta madrileña es una gurú del 'lifestyle', tiene su propia línea de 'jeans' y las marcas se la rifan. «Yo elijo lo que mejor me va -afirma-, lo que realmente me gusta».

Hace unos días pregonaba las virtudes del Triumph Fit Smart, «un sujetador que se adapta y hace el pecho realmente bonito»... Consumadas modelos confiesan experimentar cierto pudor al posar en lencería. No es su caso. «Debo de ser muy exhibicionista -bromea- porque me he sentido muy cómoda». Llevar la moda a su terreno es el lema de Silvia Zamora, una defensora del 'menos es más', de los básicos, la armonía y la elegancia sin estridencias. «Todo lo que me pongo es muy yo. Es cuestión de saber lo que escoges, igual que eliges a la persona que está a tu lado», razona.

Ser la parlanchina de clase, una niña extrovertida, se convirtió en su punto fuerte cuando le tocó dominar el arte de comunicarse con sus seguidoras. Nunca fue la primera de clase. Siempre había otra que era más lista. «Yo era muy coplera, muy peliculera y muy presumida». Creció en una familia de cuatro hermanos y por eso dice admirar a sus padres. Ella todavía no tiene hijos. Pero ese es un tema que prefiere evitar. «Yo abogo por que las mujeres podamos tener una vida libre y sin condiciones, que podamos ser madres o no serlo sin sentirnos presionadas».

Cuenta Silvia Zamora que cuando abrió su blog estuvo tres años enteros sin decírselo a nadie, ni siquiera a sus familiares y amigos. «Es que hace diez años compartir tus fotos en redes sociales era un disparate -recuerda-, nadie lo entendía». El apodo de Lady Addict se lo puso por jugar con la palabra Lady, que es como le llamaba en broma una amiga, y con la marca de un perfume que entonces era su favorito. Hoy admite que el concepto de adicción puede tener connotaciones negativas. «Si llego a saber que mi blog iba a tener tanta repercusión lo mismo no me pongo ese nombre. En todo caso -puntualiza- yo soy adicta a la moda y a la belleza, no a la compra compulsiva de ropa. Soy poco caprichosa». No tiene contabilizados cuántos zapatos y bolsos ocupan los dos vestidores que tiene en su casa, pero jura que no es una cantidad exagerada. «Procuro ser una persona sencilla y práctica. Cada una pone sus límites, pero yo he visto auténticas casas-vestidor»... La polémica en las redes tampoco es lo suyo. «Hay compañeras que despiertan mucha ira, mucha rabia. Y parece que eso te eleva, te da éxito. Yo estoy contenta con lo mío. Tengo unas seguidoras bastante adultas, no de edad, de actitud».

Cuánto hay de verdad y cuánto de publicidad en los consejos que lanza una 'influencer' es la pregunta que se hacen a menudo los detractores de este fenómeno. La veterana Lady Addict es muy consciente de las suspicacias que provoca su gremio. «Esto es una profesión y, como en todas, habrá gente mejor y peor. Yo intento ser bastante honesta y coherente con lo que a mí me gusta, con lo que yo me pondría, pero evidentemente cobro por ello. Si no hubiera un beneficio, no podría subsistir. Ahora, a mí me vienen con cosas que no me gustan y digo que no. Por ejemplo, no me gusta el color naranja y ya me pueden dar lo que sea que no me lo voy a poner».

Dueña de una genética privilegiada con hechuras de modelo, esta madrileña teme ofrecer una imagen errónea... «Lo que no quiero transmitir es 'Hola, mira qué buena estoy'. Pretendo comunicar unos valores, una disciplina, un estilo de vida y alimentación saludable». Se apuntó a un curso para aprender a comer sano, pero asegura que nunca ha hecho dieta, que en su nevera no hay «tofu ni leche de soja» y que frecuenta el gimnasio para realizar entrenamientos y fitness. Se considera perfeccionista, cumplidora («siempre devuelvo en perfecto estado los trajes que me prestan para la alfombra roja») y «tremendamente ordenada», pero cuando tiene que animarse se desmelena al ritmo del 'Could you be loved' de Bob Marley. El mantra personal de Silvia Zamora es «Sé humilde» y su lema como 'influencer': «Libera tu potencial».

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