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El próximo 9 de junio se celebran las eleciones europeas. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó las candidaturas proclamadas. De las 39 que se presentaron, 33 pasaron el corte. Una de ellas fue la del partido 'Se acabó la fiesta'. Está liderado por Alvise Pérez, uno de los activistas políticos que más notoriedad ha ganado en redes sociales en los últimos años. Él mismo asegura que ha presentado 150.000 firmas ciudadanas como aval, cuando el mínimo son 15.000. Pérez pretende ganar presencia en el parlamento europeo. Algo que podría ocurrir ya que los sondeos realizados por el CIS y Cluster17 otorgan a este partido una sexta posición en intención de voto con una consecución de dos diputados.
De hecho, en las previsiones realizadas, 'Se acabó la fiesta' podría obtener un 0,9% de los votos. El mismo porcentaje que otras fuerzas como Junts y más que ERC, Bildu, el BNG o el PNV, todos ellos con representación en el Parlamento Europeo en la última legislatura. Además, Alvise es una amenaza para Vox a quien podría arrebatar varios votos.
Alvise Pérez nació en Sevilla en 1990. Estudió y durante su etapa universitaria se afilió como voluntario a UPyD porque consideraba que «era el único partido a nivel nacional que podía romper el bipartidismo», tal y como ha confirmado en alguna ocasión. Con 22 años se trasladó a Leeds (en el Reino Unido) para trabajar en el departamento de comunicación del Instituto Cervantes, fue entonces cuando se convirtió en delegado internacional de Liberal Youth, la sección joven de los Liberales Demócratas británicos.
A finales de 2017 se afilió a Ciudadanos y empezó a trabajar para el partido en les Corts valencianas, que en aquel momento estaba liderado por Toni Cantó. Abandonó la formación naranja en 2019 tras el duro golpe que sufrió el partido en las generales.
Ahora, este 2024, anunció que se presentaría a las elecciones en el Parlamento Europeo con un partido que tuviera como base «la anticorrupción». Ha asegurado que va a renunciar a los 2.400.000 euros que, según él, cobraría en los 5 años como eurodiputado y los resortará entre toda su comunidad de seguidores. «No voy a cobrar un euro de la política porque ni lo necesito ni lo quiero».
Promete una reforma del sistema. «Yo no había nacido y líderes de la oposición como Feijóo o Abascal ya estaban mamando de la teta pública. Quieras o no eso desgasta», asegura.
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