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Bertín Osborne vuelve a estar en el ojo del huracán. El artista madrileño no sale de una y se mete en otra. El pasado jueves el cantante protagonizó un nuevo bochorno después de cancelar un concierto en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix a los pocos minutos de comenzar argumentando problemas técnicos.
Una situación que llegaba justo un día después de emitir un comunicado conjunto con Gabriela Guillén asumiendo su paternidad del hijo de la modelo tras haber negado la mayor en repetidas ocasiones. Así, cuando parecía que el artista silenciaba el ruido mediático volvía a suceder: nueva suspensión de un espectáculo tras el de Alicante de hace unos meses.
Osborne lo achacó a problemas de iluminación: «Hola a todos, llevo 43 años encima de un escenario y es la primera vez que me pasa esto. Aquí hay tres bombillas y esto es un montaje profesional y con el humo y las luces esto se ve muy bonito. Y aquí hay catorce músicos que tienen que leer partituras, y no pueden hacerlo porque esto es una gran cagada», se excusaba el cantante con los pocos asistentes, a los que prometió que volvería muy pronto para cantar. Posteriormente, el artista abandonó el lugar en un coche con los cristales tintados.
Una justificación que contrasta con la opinión de los asistentes al intento de concierto, que consideran que el cantante suspendió el espectáculo porque el recinto estaba prácticamente vacío: «Que me devuelvan el dinero. Me siento engañado. Ha estado un cuarto de hora, Ha empezado media hora tarde, y debería haber estado hora y media o dos horas, que es lo que yo he pagado», explicaba uno de ellos. «Qué culpa tengo yo de la iluminación. Muy fácil, no ha querido continuar porque no hay gente. Somos cuatro. No hay leña».
La realidad en un concierto de Bertín Osborne: no va ni el tato a verle. pic.twitter.com/WGHKQok18m
— librosnegros (@librosnegros) June 14, 2024
Cabe recordar que no es la primera vez que el cantante «pega la espantada», aunque en este caso fue por cincunstancias diferentes. El pasado 8 de enero canceló la cita en Alicante debido a que todavía no se había recuperado del todo de las secuelas del coronavirus. Un mes después, sí que pudo subirse al escenario y el público alicantino pudo disfrutar de sus canciones, teniendo una buena acogida.
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