El espectacular cambio 20 años después de uno de los actores de 'Aquí no hay quien viva'

'Aquí no hay quien viva' ha sido una de las series más icónicas de la televisión española. Prueba de ello es que, 16 años después del rodaje de su última temporada, la serie sigue disponible en Atreseries. El formato creado por Alberto Caballero e Iñaki Ariztimuño llevó al estrellato a muchos de sus actores, aunque hubo otros como Mariano Alameda, que ya tenían experiencia en la pequeña pantalla.

El actor, que interpretó a Diego, el novio de Mauri, ha sido invitado al podcast de 'Animales Humanos', del youtuber Ibai Vegan, donde ha hecho un repaso de su trayectoria profesional y ha reflexionado sobre la fugacidad del éxito y la inestabilidad del mundo de la interpretación. Sin embargo, no es la primera vez que Alameda habla sin tapujos de lo que vivió en aquella época.

«Te das cuenta de que el anonimato es un placer, que cuando lo pierdes, lo echas de menos. La presión de ser mirado en toda situación es duro y yo no lo llevaba bien», confesó hace un año a 'El Español'. Un hecho que le llevó a dar un giro de 180º a su vida e inclinarse por el yoga.

«Yo era un chaval de barrio, al que le gustaba jugar al baloncesto, pero de repente salía en la tele... ¿Quién de todos esos era yo? Eso me hizo empezar a reflexionar mucho sobre qué es el yo, la identidad y cómo es la proyección que tienen los demás de ti mismo. Y eso me llevó a la búsqueda, al yoga, a la meditación, el zen, a viajar», explicó el actor. Ahora, a sus 50 años, es dueño de su propio centro de yoga. Y, al parecer, no le va nada mal.

Su última aparición televisiva fue en 2009, en el especial de Nochevieja de José Mota. Sin embargo, no descarta volver a ponerse frente a la cámara si le surgiera una buena oportunidad.

A pesar de que lo siguen reconociendo por la calle, el Mariano de hoy poco tiene que ver con el de aquellos años. Ahora, el actor tiene la cabeza rapada, lleva gafas y suele dejarse ver con un poco de barba. El actor cuenta con alivio que en la pasada Feria del Libro de Madrid estuvo firmando un volumen sobre yoga infantil y que todo el que se acercó lo hizo porque le despertaba interés su obra y no su pasado.