Iker Casillas y Eva González comparten mesa este viernes en un chiringuito con flamenco

Iker Casillas y Eva González fueron pareja desde el año 2005 hasta el 2008. Desde entonces separaron sus caminos y cada uno rehizo su vida encontrando nuevos compañeros de vida. Sin embargo, 16 años después siguen manteniendo una buena relación y este viernes compartieron mesa en un local de Cádiz junto a más amigos.

Concretamente fue en Zaraho Beach, donde disfrutaron de un concierto de flamenco. La presencia del exguardameta del Real Madrid y la selección española llamó la atención de varios de los presentes, que buscaron una fotografía con quien es una auténtica leyenda del fútbol español.

Hace algo más de un año, ambos coincidieron en un evento público y se dieron un emotivo abrazo que dio que hablar en la prensa del corazón. Ante el revuelo y la especulación sobre la posibilidad de que retomaran su relación, la presentadora se pronunció: «He visto un montón de titulares de eso y yo no se por qué. Normal después de un montón de años que no nos veíamos y por supuesto que nos vamos a dar un abrazo y si me lo vuelvo a encontrar ahora le daré otro».

Además, señaló que actualmente: «Iker es mi amigo y ya está». Ante la pregunta de una periodista sobre si «donde hubo fuego quedan cenizas», fue contundente: «Están apagadas». Y la prueba de que mantienen un buen trato es que este viernes estuvieron en la misma mesa junto al resto de sus amigos, según ha podido saber este diario.

Ambos iniciaron su relación en 2005, una época en la que Eva González compaginaba sus estudios de Trabajo Social con su exitosa carrera como modelo y presentadora. Sin embargo, en 2006 rompieron pero retomaron el noviazgo un tiempo después, hasta que en 2008 cortaron de forma definitiva.

Según la presentadora, fue la diferencia de caracteres lo que les hizo separarse en un primer momento: «No nos parecemos en nada y yo creo que ahí está el secreto. Yo soy muchísimo más nerviosa y él es el que me para. Yo soy muy impulsiva y él lo piensa todo muchísimo. Yo soy una polvorilla y él es más relajado. Yo le pongo las pilas a él y él me tranquiliza a mí».

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