El pasado miércoles 1 de mayo, en una sala de cine de León, se vivió un angustioso episodio que tuvo como protagonista a Antonio Barrull, un boxeador profesional. El joven deportista estaba junto a su mujer y sus hijos en el cine para pasar un buen rato y se vio envuelto en una pelea con un hombre que presuntamente estaba maltratando a su propia mujer. Alguien que estaba en la sala grabó la escena y el vídeo se ha hecho viral.
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Barrull publicó un vídeo en las redes sociales para aclarar lo sucedido. Aeguraba que «a un maltratador no hay que dejarle excederse en ningún momento». Además asegura que está «en contra de la violencia de género al cien por cien. Y esto no se puede consentir».
Asegura en sus explicaciones que el hombre era «demasiado violento contra su mujer». «A la media hora de película, él se levantó y enganchó a su mujer por el cuello, la zarandeó, la gente se levantó y en el forcejeo golpeó a una niña», ha añadido.
Además, ha expuesto que, en ese momento, ya no se pudo contener más y se levantó y le dijo que se marchase. «Entonces él se volvió loco, arremetió todo contra mí, me empezó a amenazar, me empezó a insultar», ha asegurado para añadir que intentó controlarse porque su mujer estaba llorando.
Igualmente, ha explicado que le entró «un impulso» y que pensó en que el joven había golpeado a una mujer y a una niña y que su pareja, que sus hijos estaban llorando, y que le estaba dejando «en evidencia» con sus «provocaciones».
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En todo caso, recalca que, aunque pidió perdón públicamente, ahora lo vuelve a hacer. «A todos esos niños que hayan visto el vídeo. Que la violencia no tiene ningún tipo de justificación. Pero a un maltratador no hay que darle ningún tipo de pie», concluye.
Este martes en 'La mirada crítica', programa de LaSexta, han explicado cuáles son las posibles consecuencias a las que se enfrenta Barrull. «Cuando se suele hablar de estos casos en los que son profesionales del boxeo o de artes marciales, ante un juicio, podrían ser considerados como arma blanca», asegura la reportera Nahiara Gago.
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Sin embargo, ella misma se encarga de «esto es un mito, ya que esta circunstancia no se recoge en el código penal»: «Se podría considerar como agravante por el hecho de ser profesional. La otra persona no ha presentado ninguna denuncia. Antonio Barrul cuenta con el apoyo de su Federación porque están en contra de la violencia de género».
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