Unos cuernos muy rentables

He llorado, he sentido vergüenza, bochorno, dolor, pena, rabia, impotencia, decepción, angustia, humillación...». Hace poco más de una semana, Marta López se quedaba sin sustantivos para expresar su disgusto. Hoy quizás no encuentre suficientes palabras para celebrar el favorable vuelco que le ha dado la vida. Mientras Alfonso Merlos, el otro protagonista del culebrón del confinamiento, se expone a una bajada de sueldo y a una merma de atribuciones como director de Comunicación del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, a su ya exnovia le llueven suculentas ofertas laborales y hay quien habla de una posible reconciliación con su exmarido, Jorge Cabeza.

Solo Alexia Rivas sabe si, cuando apareció al fondo para colarse -en bikini- en la conexión en directo de su amante tertuliano (y novio oficial de Marta López), era consciente del terremoto mediático que iba a desatar. La realidad es que el 'Merlos Place' es una vodevilesca historia de cuernos sobre la que ya han opinado hasta en Hollywood. Sin embargo, al contrario que en el refrán, aquí la cornuda es ella (López) pero el apaleado es él (Merlos), que no para de recibir collejas. Su relación con Rivas está en entredicho. Y el mensaje que la reportera ha lanzado en sus redes solo contribuye más el enredo: «Si alguien te trata mal -ha escrito Alexia-, recuerda que hay algo mal en ellos, no en ti. La gente normal no va por ahí destruyendo a otros seres humanos».

Gente normal quizás no sea una etiqueta aplicable a la fauna que puebla los 'realities' televisivos. Y a ella pertenece Marta López Gil (Navalmoral de la Mata, 1974) desde que en 2001 decidiera enrolarse como concursante en 'Gran Hermano 2' y fuera la primera expulsada. Aquella breve exposición mediática le bastó para no apartarse nunca más de los focos. Ha colaborado en las legendarias 'Crónicas Marcianas' de Javier Sardá y en otros programas como 'La Noria' y el de Ana Rosa Quintana. Regresó a 'Gran Hermano', en versión VIP, donde estuvo casi 60 días hasta ser la séptima expulsada. La hemos visto junto a Coyote Dax en 'El Reencuentro' y también en 'Mujeres y hombres y viceversa'.

Como empresaria montó una discoteca con su íntimo amigo («daría la vida por él») Kiko Hernández. Y abrió dos tiendas de trajes de novia en Talavera de la Reina. Pero la campanada la dio al casarse con Jorge Cabeza, exfutbolista del Logroñés, el Eibar, Las Palmas y el Leganés. Tuvo dos hijos con él, y un tercero con un empresario extremeño. Hasta que a finales de 2019 empezó una relación sentimental con el periodista Alfonso Merlos.

Ahora, muy recuperada de la supuesta traición (Merlos asegura que él no la engañó, que ya habían roto), López se ha venido arriba y envía desde Instagram mensajes dignos de un manual de autoayuda, «La vida es como montar en bicicleta, para mantener el equilibrio tienes que seguir adelante», o rotundas declaraciones de principios: «Lo que no me mata me hace más fuerte». El 'Merlos Place' la ha fortalecido... y a su cuenta corriente.

Según 'Semana', ha firmado un suculento contrato con Telecinco: 33.000 euros por sus colaboraciones los próximos tres meses. «El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos», decía Ingrid Bergman en 'Casablanca'. Ahora el mundo laboral se derrumba y en Mediaset se enamoran de Marta López, y la pluriemplean. La veremos con asiduidad en 'Sálvame', 'Sábado Deluxe', 'Ya es mediodía', y lo que te rondaré morena... le ha venido de miedo porque, según la revista, tiene un negocio en concurso de acreedores y su empresa de catering está inactiva por el confinamiento.