La fatídica relación de María Jiménez con el actor valenciano, Pepe Sancho: tres bodas, desengaños y la mayor de las tragedias

La inigualable María Jiménez, fallecida este jueves en Sevilla a los 73 años, vivió una apasionada pero muy tormentosa relación con el que fue el gran amor de su vida, el actor valenciano, Pepe Sancho. Su amor era tan fuerte que incluso llegaron a casarse tres veces.

«¿Te quieres casar conmigo?», preguntaba María Jiménez a Pepe Sancho durante un ensayo del espectáculo que representaba en el Florida Park. El actor, al que la pregunta le pilló completamente desprevenido respondió que sí. Llevaban menos de un año viéndose y saliendo, de hecho el mismo actor, fallecido hace diez años, aseguró que en ese momento no estaba enamorado, sino que fue seis meses después cuando se dió cuenta del gran amor que sentía por la cantante.

Al no ponerse de acuerdo sobre cuál sería el lugar en el que se darían el 'sí quiero', Pepe Sancho, jugador empedernido, propuso a María jugarse a una moneda si se casaban en Manises, Valencia, la tierra del actor, o en Sevilla, la tierra de María. Ganó ella y el 1 de junio de 1980 consumaron su matrimonio.

Rocío, la hija que la cantante había tenido de soltera los 18 años, y a la que Pepe aceptó adoptar y poner sus apellidos, fue la encargada de llevar las arras, que por cierto se perdieron en el barullo de la ceremonia, con más de 3.500 invitados. Pero al poco de casarse, los problemas inundaron la relación. La ludopatía de él, coqueteos con algunas adicciones, alcohol, juergas y muchas infidelidades (que él mismo reconoció) complicaron el matrimonio, por no hablar de los malos tratos que María denunciaría después.

En el 83 nacía Alejandro, el primer hijo de la pareja, y apenas un año después decidían separarse. Sin embargo, en el año 85 ambos rebieron el golpe más duro de su vida: la muerte de su hija Rocío, que entonces tenía 16 años, en un accidente de tráfico mientras volvía a su internado de Málaga tras pasar las navidades en familia. Esto marcó un antes y un después en la vida de ambos. El duelo tras la muerte y la presencia del pequeño Alejandro les unió de nuevo, y la pareja se dió una nueva oportunidad en el amor.

Pepe Sancho estaba rodando El Dorado en Costa Rica, y habían quedado con María en casarse a su regreso, pero ella decidió presentarse con el pequeño Alejandro de tres años y celebrar el enlace allí mismo, en Limón el 27 de febrero del 87. Llegaron a casarse una tercera vez, en el Nepal, durante un viaje en el que fueron presentados al Dalai Lama. Después de más 20 años de amor con todo tipo acontecimientos, ambos decidieron poner punto y final a su convulsa y apasionada historia de amor y continuar su vida por separado.

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