Fernández-Tapias desheredó a sus hijos mayores por «maltrato psicológico»

El pasado mes de octubre falleció Fernando Fernández Tapias a los 84 años. Se trata de uno de los empresarios más importantes de nuestro país ya que había fundado compañías navales Amura S.A. y Roda S.A.; de Fernández-Tapias S.A. (naval, 1991), Conservas Peña S.A. y Conservas Portonovo S.A., la sección marítima de Bureau Veritas SAF (dedicada al control de calidad) y Viajes Sandra's S.A. Además, fue presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE entre 1985 y 2002 y vicepresidente primero del Real Madrid.

Uno de los asuntos que generó más interés después de su muerte fue cómo se iba a repartir su herencia. Y es que uno de sus hijos falleció hace ya varios años y el empresario había ido a juicio con sus cinco hijos mayores (Fernando, Borja, Sandra, Íñigo y Juan Carlos) por una demanda que éstos interpusieron. Querían demostrar que el padre no tenía capacidad para gestionar sus empresas. Fernández-Tapias ganó el juicio (al que llegó ir a declarar Florentino Pérez) y perdió la relación con los hijos demandantes.

Ahora, ha salido a la luz que estos hijos, fruto de sus matrimonios con Victoria Riva de Luna y Juana García Courel, han quedado excluidos de la herencia por acusaciones de «maltrato psicológico». Lo cuál quiere decir que todo sería para su tercera mujer, Núria González, y sus dos hijos en común, Alma e Iván. Entre los bienes que deja Fernández-Tapias hay valiosas obras de arte, incluyendo piezas de Picasso y Tiziano.

María Eugenia Yagüe ha desvelado que los cinco hijos mayores desheredados planean impugnar la última voluntad de Fernández-Tapias. Cabe recordar que las leyes españolas garantizan siempre a los vástagos su derecho al tercio de la herencia correspondiente a la legítima.

La relación de Fernández-Tapias con su mujer Nuria también fue turbulenta. En 2018, sospechando una infidelidad, contrató a unos detectives para que la siguieran, lo que desencadenó conflictos en su matrimonio. María Eugenia Yagüe señala que ese seguimiento detalló los movimientos de González por varias ciudades, incluidos encuentros sospechosos.

En los últimos años el empresario había experimentado pérdidas de memoria, según informa La Vanguardia. Esto le llevó a un proceso judicial en 2021, en el que se le declaró parcialmente incapacitado. Curiosamente, en este juicio, Fernández-Tapias se mostró afectuoso con sus hijos, lo que contrasta con su posterior decisión de desheredarlos.