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D. Merino
Jueves, 1 de febrero 2024, 01:33
Que Frank Cuesta está hecho de otra pasta es sabido por todos. Si hay alguien acostumbrado a vivir situaciones extremas es él. A lo largo de su trayectoria se ha jugado la vida en más de una ocasión y, aunque sabe conoce mejor que nadie a los animales, en alguna ocasión un error de cálculo o exceso de confianza le ha jugado una mala pasada.
Mismamente el pasado lunes el expresentador de televisión apareció magullado y con dificultades para respirar tras sufrir el brutal ataque de un ciervo en su reserva de animales. El herpetólogo, lejos de estar asustado, ha mostrado sus heridas «de guerra» tras el incidente en un nuevo vídeo en su canal de Youtube.
Dos costillas rotas, cuatro cornadas, varios rasponazos y decenas de moratones son algunos de los recuerdos que 'Perrito' (así se llama el ciervo) le ha dejado en el cuerpo. «He estado a punto de morir», confesaba horas después del accidente, que se pudo ver en directo en esta red social.
Tras quitarse la camiseta, Frank hizo recuento de sus cicatrices, donde llegó a contar hasta cinco «agujeros», aunque el más profundo se ubicaba a la altura del pecho. «Como veis hay muchos moratones y abrasión porque me arrastró por las rocas», ha señado. «Obviamente dos costillas rotas...».
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También ha mostrado un enorme moratón en su lumbar, a la altura del coxis, producto de la caída con la primera embestida del animal. No obstante, el aventurero ha confesado que «no es ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que se rompe una costilla». «Duele un huevo», ha reconocido en su «quinta vez» que se fractura una. «Duele un huevo. «Al respirar, al toser, al hacer movimientos... pero ya está».
Por otro lado, el amante de los animales ha desvelado que 'Perrito' «está bien». Frank volvió a su santuario de Tailandia, donde da cobijo a animales salvajes que son objeto de mafias que trafican con ellos. Allí mostró cómo el ciervo seguía «muy nervioso» y con ganas de perder los cuernos que tanto le molestan. Cuesta captó un nuevo arrebato del ciervo, que destrozó uno de los cubos que tiene en el refugio y la manguera del agua.
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