Giro inesperado en la herencia de María Teresa Campos

El pasado 5 de septiembre falleció a los 82 añosuno de los rostros televisivos más importantes de la historia de la televisión en nuestro país, María Teresa Campos. Una pionera en la radio y sobre todo en la televisión. Además de contar con el cariño y la admiración de compañeros y, especialmente, de la audiencia, el éxito de 'la Campos' se tradujo también en suculentos contratos económicos. En sus útimos años ocupando las mañanas de Telecinco (temporada 2004/2005) tenía un salario de «tres millones de euros (3.000.000 €) más IVA (a razón de 15.000 € más IVA por episodio)» distribuidos de la siguiente manera: 10% de la cantidad indicada se abonará con fecha 5 de septiembre de 2004. El 90% restante se abonará en diez pagos de igual cantidad cada uno de ellos el primer día 5 siguiente a la finalización de cada uno de los meses comprendidos entre septiembre de 2004 y junio de 2005 ambos inclusive, según publicaba el medio Vanitatis.

Pues bien, con ese dinero María Teresa decidió invertir en el ladrillo. Compró una mansión de 2.000 euros en Las Rozas y un lujoso ático en Pozuelo. Además, también tenía dos viviendas en Málaga, su tierra, ubicadas en primera línea de playa y en pleno centro, respectivamente. A partir de 2017, comenzó a desprenderse muchas de esas viviendas y sólo se quedó con la casa en Málaga, de 200 metros cuadrados, y valorada en 900.000 euros.

Pues bien, hace unos días surgió la polémica respecto a su herencia y cómo se iba a repartir. Al parecer, Gustavo, su chófer durante muchos años y con quien mantenía una relación especial de cariño mutuo, se quedaba fuera de la herencia. Así lo confirmaron desde el programa 'Fiesta' de Telecinco. Cabe recordar que Gustavo se encuentra participando en la casa de 'GH VIP 8'.

Es ahora cuando se ha producido un giro inesperado con la herencia de María Teresa. Según ha desvelado la revista Semana, la presentadora ni siquiera ha dejado herencia. «Nunca quiso hacer testamento, le parecía que era como llamar a la muerte», ha publicado el medio.

«Además, estaba tranquila porque sabía que sus hijas, que era a quienes quería dejar sus bienes, eran sus legítimas herederas», añaden, dejando claro que Gustavo, su hombre de confianza y su chófer, no recibiría nada.

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