![Jennifer Lopez, durante un concierto de su gira.](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201908/10/media/cortadas/1417739812-U70822523619ppD--1248x888@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg)
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ARANTZA FURUNDARENA
Viernes, 9 de agosto 2019
No te dejes engañar por los pedruscos que llevo, yo sigo siendo Jenny la del bloque», asegura Jennifer Lopez en una de sus canciones más famosas. Pero ya lo dice el refrán: 'Dime de qué presumes y te diré de lo que careces'. La realidad es que, a sus 50 años recién cumplidos, Lopez demuestra estar mucho más cerca de una diva insoportable que de la sencilla chica de barrio que fue allá en su Bronx natal. De Jenny la del gueto, a Jenny la del veto. Su paso por Fuengirola, donde el jueves actuó en el único concierto que ha ofrecido en España, ha dejado un reguero de exigencias y caprichos: desde vetar a la prensa hasta imponer una cláusula de confidencialidad, pasando por la más de media hora que hizo esperar a su público antes de salir al escenario.
'It's my party' ('Es mi fiesta'). Es el título de la gira mundial con la que JLo está celebrando por todo lo alto que ha llegado al medio siglo de vida en perfecto estado de revista y con su prominente trasero todavía en su sitio. Y como ocurre en cualquier fiesta de cumpleaños, no todo el mundo está invitado. La prensa, por ejemplo, se tuvo que quedar en la calle. Incluso los gráficos previamente acreditados. Una hora y media antes de que comenzara el espectáculo se les comunicó que, por decisión de la oficina de la cantante, se les denegaba el acceso al Marenostrum Castle Park, recinto donde se celebraba el concierto.
No fue la única exigencia. Ya antes de aterrizar el miércoles en el aeropuerto malagueño Pablo Ruiz Picasso, envuelta en un chocante poncho de lana y escoltada por un séquito de unas 200 personas repartidas en dos aviones, Jenny (como la llama su rendido público) había dejado claro mediante una cláusula de confidencialidad que nadie debía saber dónde se alojaba... La lógica hacía suponer que no iba a dormir en un camping. Luego se ha sabido que pernoctó en un Hilton Collection. Sin embargo, solo se dejó ver sobre el escenario, donde, por cierto, cantó una canción junto a su prodigiosa hija Emme, que se parece mucho a su padre, Marc Anthony, y a su 11 años ya afina estupendamente.
Los paparazzi aguardaban ávidos un baño de JLo en la Costa del Sol con sus mellizos y su actual pareja, el exjugador de béisbol Alex Rodriguez, como el que se había dado días antes en Israel. Pero lo único que Lopez quiso enseñar en su visita a España después de siete años de ausencia fue una foto en Instagram. En ella, aparecía con el mar de fondo, un escotadísimo traje de baño granate, enormes gafas de sol y un mensaje: «See you tonight, Malaga!!!» (Te veo esta noche, Málaga). Pepón Nieto, Esther Arroyo, Diana Navarro y Pastora Soler, entre otros rostros famosos, corearon esa noche 'Y el anillo pa'cuándo', mientras sus fans más incondicionales (algunos habían hecho cola desde las seis de la mañana) le cantaban a la artista el 'Cumpleaños feliz'. «Te quiero, te amo, soy feliz», respondía ella estrechando la mano a los de la primera fila.
«He pasado momentos difíciles», confesó JLo sobre el escenario con un dramatismo muy Pantojil. Tal vez se refería a su reciente catarro. En un vídeo que ha grabado para 'humanizarse' ante sus fans, la diva tose, suelta tacos sin parar, inhala oxígeno y hasta se deprime y llora. «No estoy contenta conmigo misma», le confiesa a su pareja, mimosa, a la espera de colmar su ego con una montaña de halagos... Jenny la del bloque alucinaría al verla.
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