Karlos Arguiñano y sus siete hijos: De los más desconocidos a los que sostienen su imperio

Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más queridos y reconocidos en nuestro país. Su carisma le ha hecho ganarse el cariño del público, que le recibe con cariño allá donde va. Cocinero, presentador de televisión, escritor y empresario, el vasco ha creado todo un imperio relacionado con la hostelería a base de mucho esfuerzo y años de trabajo.

A sus 76 años, Arguiñano cuenta con un restaurante, un hotel, una escuela de cocina y una bodega -y algunos negocios lejos de los fogones-, empresas que le reportan grandes beneficios. Y es que el cocinero, hijo de una modista y un taxista, ha amasado una gran fortuna que comparte con su familia.

Karlos Arguiñano y su mujer María Luisa ('Luisi') Ameztoy se conocieron porque vivían en pueblos vecinos: él residía en Beasain y ella en Zarauz. Se casaron en el año 1974 y fruto de ese mantrimonio nacieron sus siete hijos: Eneko, María, Zigor, Karlos, Martín, Joseba y Amaia. Algunos de ellos han decidido seguir los pasos de su padre, pero hay otros, más desconocidos por el público, que han desarrollado su vida profesional por otros caminos.

Eneko es el mayor de los hijos de Karlos Arguiñano y Luisi Ameztoy. Tiene 49 años y es el maitre del restaurante Ka y que se encuentra ubicado en su pueblo, Zarauz. «Han nacido en el negocio. Estos de hostelería saben mucho», llegó a decir en uno de sus programas en relación a sus hijos.

Zigor es el segundo de los hijos y también trabaja en Ka, concretamente como jefe de cocina. Estudió mecánica naval pero finalmente acabó trabajando con su padre tras estudiar cocina en la escuela de Aiala. Ahora triunfa en los fogones.

Joseba es, sin duda, el más mediático de los siete hermanos. Ha seguido los pasos de su padre y también presenta varios programas de televisión relacionados con la cocina. Formado en repostería con Pedro Subijana se considera también amante del surf. Tiene 39 años.

Amaia se matriculó en la Universidad de La Rioja para estudiar una ingeniería y sus comienzos estuvieron relacionados con el mundo del motociclismo. Sin embargo, su padre le ofreció un puesto de trabajo en sus bodegas y acabó dedicándose también a la hostelería. Estudió actividad vitivinícola en la Universidad de La Rioja. «La gastronomía siempre me llamó la atención», llegó a confesar en una entravista a la revista '¡Hola!'.

Martín es el que se encarga de la parte administrativa de los negocios de la familia. Según contó en una entrevista a 'Check in news': «Mantenemos el buen clima laboral en la familia porque siempre hicimos cosas en grupo, en la casa y en el trabajo. (...) No somos de discutir, nos llevamos muy bien. A ninguno nos gustan las peleas y solemos estar muy de acuerdo en la mayoría de las cosas importantes».

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María Torres es la única hija que no lleva el apellido Arguiñano ya que fue adoptada en Argentina en los años 90. Trabaja mano a mano con Zigor y desempeñan el mismo rol en las cocinas del restaurante familiar.

Por último, Karlos. No tiene nada que ver con la hostelería. Ha trabajado como operador de cámara con Icíar Bollaín en 'Maixabel' y en otras producciones reconocidas como 'Akelarre', 'Ventajas de viajar en tren' y ha estado involucrado en 'El internado: Las cumbres'.