Kate Middleton reaparece en Wimbledon «incómoda» y con un elegante (y caro) vestido

La final de Wimbledon, este domingo, ha sido una cita muy esperada por partida doble. La primera, porque el español Carlos Alcaraz podría proclamarse vencedor ante Novak Djokovic, algo que ha terminado sucediendo, y porque se iba a producir la segunda aparición pública de Kate Middleton después de ser diagnosticada de cáncer.

Ya se anunció de forma oficial este sábado, que la princesa de Gales estaría presente en la final masculina del torneo de tenis. Y su aparición ha sido de lo más aplaudida por los asistentes. Ha llegado al All England Club de Londres muy sonriente y serena, y ha deslumbrado a los asistentes con un vestido morado muy fiel a su estilo.

Junto a ella no ha estado el príncipe Guillermo, que ha tenido que arropar a la selección británica en la final de la Eurocopa en Alemania frente a España, pero sí le han acompañado su hija, la princesa Charlotte, de 9 años, y su hermana, Pippa Middelton.

Son muchas las reacciones que se han sucedido tras la aparición de Middleton en el torneo. Una de ellas, la de la experta en lenguaje corporal, Judi James, a 'The Mirror', que ha confesado que la mujer de Guillermo no está todavía «en plena forma».

James ha destacado que «Kate rezumaba confianza saludando a los fanáticos que gritaban desde la pasarela. Su saludo estaba lleno de alegría y un poco de sorpresa después de que Charlotte la imitara una vez que su madre se había dado vuelta para darle un pequeño codazo». Sin embargo, ha asegurado que la madre de Charlotte ha hecho algunos movimientos para tranquilizarse mientras todos los ojos estaban puestos en ella.

«La gesticulación de Kate parecía animada pero hubo un par de momentos en los que se alisó y tocó el pelo de manera innecesaria, lo que significaría una muestra de querer tener seguridad en sí misma. Este gesto de autoconfianza hace ver que está bien pero no en su mejor momento», ha continuado. «Mientras miraba el partido también se mostró incómoda. De hecho, en un instante en que la princesa llevaba gafas de sol se le ha visto el rostro muy cansado», ha terminado.

La esposa del príncipe Guillermo ha elegido un diseño personalizado de Safiyaa valorado en unos 1.600 euros con un lazo con los colores de Wimbledon, mientras que la pequeña Charlotte ha llevado un vestido azul marino con lunares blancos. Por su parte, Pippa ha escogido un romántico diseño de flores en tonos rosas sobre fondo blanco, con lazo también rosa a la cintura.

Desde que anunció su diagnóstico de cáncer en marzo, Kate ha mantenido un perfil bajo, centrada en su recuperación. De ahí que su aparición en Wimbledon haya sido un momento especial tanto para los aficionados al tenis como para los entusiastas de la monarquía. Con un deslumbrante vestido púrpura, color asociado a la sofisticación y a la elegancia, la princesa de Gales ha sido recibida con ovaciones mientras cruzaba el puente hacia la pista central antes del partido.

La emoción ha sido notable, con numerosas personas deseosas por ver a la Kate que es, además, una gran aficionada al tenis y que tuvo la oportunidad de hablar con Emma Raducanu, la joven estrella del tenis británico. Un momento destacado que ha dejado claro el compromiso de la princesa de con los jóvenes atletas y con el deporte del país.

En su última actualización sobre su estado salud, Kate expresó que está «progresando bien» aunque «hay días buenos y malos». También compartió su esperanza de participar en algunos eventos públicos durante el verano, aunque subrayó que aún no ha superado completamente la enfermedad.

«No estoy fuera de peligro todavía», dijo, resaltando la realidad de su situación mientras sigue luchando contra el cáncer. De ahí la importancia que tuvo su asistencia a la final del torneo de Wimbledon, después de que no se le volviera a ver tras su primera aparición pública en el balcón del Palacio de Buckingham durante la celebración del desfile con motivo del Trooping the Colour.