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Sábado, 8 de octubre 2022, 19:14
Tres décadas lleva Javier Santos luchando judicialmente para que el cantante Julio Iglesias lo reconozca como hijo. Javier está convencido de que la Justicia terminará dándole la razón ya que existe una prueba de ADN que así lo hace y demuestra su consanguineidad con Julio Iglesias. El análisis no se hizo de forma voluntaria, sino que su abogado, Fernando Osuna, encargó a dos detectives de Miami que se hicieran con material biológico de otro de los hijos del cantante, Julio José Iglesias. Estos profesionales se hicieron con quince objetos que incluían chicles, botellas y servilletas de los que se pudo extraer material biológico que, tras ser analizado, arrojó como resultado una coincidencia del 99,9 por ciento entre los dos supuestos hermanos.
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Javier apenas tenía 13 años cuando su madre, María Edite, le contó que su padre era Julio Iglesias, algo a lo que él no le dio más importancia. Fue su progenitora la que comenzó con la reivindicación judicial y la primera que perdió en los tribunales. Javier siempre ha defendido que tuvo una infancia feliz en la que no echó nada de menos y que lo que quiere es que se reconozca la verdad de su madre, no hacerse famoso. Durante estos años, ha pasado por numerosos estados de ánimo. En alguna ocasión ha reconocido que llegó a odiar a Julio Iglesias, algo que ya superó. Ahora, él tiene su propia familia, su mujer y una hija y junto a ellas piensa seguir con la lucha por el reconocimiento de la paternidad de Julio Iglesias. El artista, con un patrimonio valorado en unos 800 millones de euros, es padre de ocho hijos.
Javier Sánchez Santos nació en abril de 1976 (46 años) en Valencia de María Edite Santos, justo nueve meses después de que la bailarina mantuviera un breve idilio con el cantante Julio Iglesias.
Estudió en el instituto de Cheste, donde según ha comentado en varias en varias entrevistas, le apodaron 'el julito' por su gran parecido físico con el cantante.
En 1996, bajo el nombre artístico de Javier Iglesias primero, y Javier Santos después, arrancó una breve carrera en el mundo de la música. El primer disco se llamaba 'Dame otra oportunidad' y pasó más bien desapercibido a pesar de ser promocionado como el hijo no reconocido de Julio Iglesias. Posteriormente lo intentó con un segundo disco, titulado 'Lucha y verás', cuya canción principal se llamaba 'Tiembla mi piel' (1999).
Después de esta aventura, Javier Sánchez fue autónomo en un pequeño negocio que montó en un pueblo de Valencia y camarero. Está casado con Chiara, que lo ha acompañado durante todo el largo proceso y ha sido su apoyo.
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María Edite Santos Raposo tiene ahora 68 años, está divorciada y es madre de dos hijos. En julio de 1975, la joven veinteañera portuguesa María Edite trabajaba como bailarina en una sala de fiestas tarragonenes, donde Julio Iglesias quedó prendado de su belleza y la estuvo rondando hasta que logró mantener un breve idilio con ella «en un chalet de su propiedad en Sant Feliu de Guixols», según explica la protagonista. «Fueron unos diez encuentros esporádicos, pero no era sólo sexo, hacíamos el amor», afirma. Nueve meses después de aquellos escarceos, tras regresar a Valencia a trabajar en la sala Ladys, nació Javier Sánchez Santos.
En los años siguentes, María Edite, que había sido muy discreta sobre su relación con el cantante, intentó ponerse en contacto con él para explicarle la situación pero Julio Iglesias, que estaba entonces casado con Isabel Preysler, no quiso saber nada ni de ella ni de su hijo. En 1992 comenzó la batalla legal entre ambos, que en un principio le dio la razón a María pero tras la apelación de Iglesias, se la quitó por supuestos fallos en el proceso. Sobre todo ello, la exbailarina escribió un libro titulado 'Un hijo con Julio Iglesias'.
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En Valencia se casó con Rafael Sánchez, el cocinero y portero de una discoteca, que adoptó al niño y siempre le apoyó en su interés por esclarecer la verdad. Ahora, se declara una mujer lectora a la que le gusta hacer deporte y cuyos verdaderos amores son sus hijos. «Nunca me he enamorado de nadie, sólo de mis hijos», ha afirmado en varias entrevistas que ha concedido a los medios con el fin de ayudar a su hijo a recaudar los 200.000 euros que necesitaba para hacer frente al proceso judicial.
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