Marta Riesco, en urgencias del hospital: «Estaba ahogándome»

Marta Riesco, exreportera de Mediaset, ha tenido un susto que le ha llevado a acabar en urgencias del hospital, según contó a través de su cuenta de Instagram, donde preocupó a sus más de 192.000 seguidores. «Chicos, estoy por aquí por la garganta. Por suerte, por otros temas hace mucho que no estoy...», señaló, haciendo alusión a cuando tuvo que acudir por problemas relacionados con la salud mental.

La madrileña, de 36 años, se asustó al ver cómo perdió la voz y por ello acudió al urgencias: «Ayer perdí la voz y hoy ya estaba ahogándome. Entre eso y que me cuesta respirar, pues he preferido venir aquí a que me digan qué tengo y que me manden algo más fuerte». Más tarde, explicaba que se había marchado a casa de su madre para recuperarse: «La fiesta del antibiótico en casa de mami. Me quedo con ella porque dice que así me cuida».

De igual modo, comunicaba a sus seguidores que le habían diagnosticado estar 48 horas en silencio, algo que no iba a aguantar «ni de coña». Además, mandaba un mensaje de agradecimiento: «No tengo las palabras apropiadas para describiros lo que he sentido con ese aluvión de mensajes bonitos y de ánimo».

Ya en la mañana de este miércoles, actualizaba su estado de salud, el cual había mejorado considerablemente: «He pasado buena noche, solo un ataque de tos a las 9 pero mami me ha traído el eucalipto y se me ha pasado. Hay Marta Riesco para rato por fortuna para unos y por desgracia para otros. Os quiero».

No están siendo unos meses sencillos para ella después de su ruptura con Antonio David y sin encontrar una estabilidad laboral. De hecho, así lo explicaba hace unas semanas también en sus redes sociales: «Solo pido TRABAJO. Además de todo este infierno que me tocó vivir, no me ha sonado el teléfono ni una vez para volver a mi profesión. Y me pregunto: ¿por qué? ¿Dónde está la sororidad? ¿Dónde están los compañeros de profesión que me dicen que me admiran y me desean que gane brindándome una oportunidad? ¿Por qué este miedo? Lo peor no es lo que me ocurrió. Lo peor es que después de tomar medidas contra algo que fue infernal no me suena el teléfono», apuntó.

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