Mayte García, sobre su separación de Santiago Cañizares: «Ya no éramos el matrimonio idílico que habíamos conseguido ser»

Santiago Cañizares y Mayte García anunciaron su separación el pasado mes de julio tras 13 años de matrimonio. Una noticia que pillaba por sorpresa ya que ambos parecían una pareja de lo más unida, especialmente, tras la pérdida de su hijo Santi en 2018.

No obstante, el exfutbolista y la exmodelo decidieron tomar caminos separados, tal y como explicaron en sus respectivos perfiles de Instagram, donde anunciaron su divorcio.

«Tanto Mayte como yo, queremos comunicaros que estamos pasando por un proceso de separación. Por el respeto, cariño, y apoyo que nos habéis procesado sobre todo en los momentos duros, nos sentimos en la obligación de ser nosotros quien os lo transmitamos», escribía el exguardameta. «Hemos intentado ser un ejemplo para nuestros hijos, familia y amigos. Y es nuestro objetivo tratar de seguir siéndolo. Os pedimos máximo respeto, porque lo importante en estos casos es evitar el sufrimiento de los más pequeños. Un fuerte abrazo», finalizaba su post.

La pareja se casó en julio de 2008 en una ceremonia que celebraron en Ibiza. Juntos han tenido cuatro hijos en común, Sofía, India, Martina y Santi. Sin embargo, hace tres años vivieron el momento más duro de sus vidas al perder al más pequeño de ellos, Santi, que falleció por una grave enfermedad.

Hasta el momento, se desconocían más detalles del motivo de la separación de Mayte y Cañizares. No obstante, la empresaria ha roto su silencio y ha explicado, en una entrevista a la revista '¡Hola!', cuál es la relación actual con su exmarido.

A pesar de que trataron de hacerlo desde la cordialidad y el respecto, según la exmodelo, «ningún divorcio es fácil», ha confesado y «menos después de haber compartido tantos años juntos y tantas vivencias».

Mayte ha asegurado que «cada separación es diferente y, en nuestro caso, hemos sido humildes y hemos sabido cuidar la parte emocional, intentando no hacernos daño».

En cuanto al motivo de la ruptura, García ha apuntado que necesitaba ser realmente feliz: «He aprendido que la felicidad son momentos. Y era precisamente yo la que no estaba siéndolo y estaba faltando a la promesa que le hice a mi hijo: ser feliz cada día. Necesitaba frenar y cuidarme emocionalmente», ha explicado.

«Cuando un matrimonio se separa, no hay un único culpable. En nuestro caso, siempre ha habido mucha comunicación, cariño y respeto. Pero cuando te pasan cosas irreparables, como es la pérdida de un hijo, evolucionas a pasos agigantados y priorizas cosas a las que antes no les dabas importancia. Y otras a las que les dabas mucha importancia y ahora son insignificantes», ha añadido.

Para García, el matrimonio estaba cada vez más desgastado: «Cada uno estaba tomando caminos diferentes que nos hacían sentir más felices, pero como matrimonio estábamos cada vez más alejados. Y creo que eso hay que respetarlo«.

«Ya hemos perdido mucho y hay que ser humildes y aceptar que, si ya no éramos el matrimonio idílico que habíamos conseguido ser, podríamos seguir siendo unos padres maravillosos para nuestras hijas y apoyarnos el uno en el otro, como siempre lo hemos hecho», ha reconocido la exmujer de Cañizares.

Sobre cómo se lo tomaron sus hijas, Mayte confiesa que «Se lo han tomado bien. Ellas han vivido separaciones traumáticas cercanas a la familia y lo único que nos pidieron es que siguiéramos llevándonos igual de bien que hasta ahora y que pudieran sentir que tenían una familia unida».