![Quién es quién en la moda valenciana](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/02/27/PF23_Isabel_Sanchis_1001.jpg)
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La diseñadora Isabel Sanchis acaba de ganar el premio a la mejor colección en la MBFW, la pasarela madrileña. Juan Vidal lo ganó dos veces, una en 2003 y otra en 2020. Francis Montesinos recibió la medalla al mérito en Bellas Artes en 2006; Vicente Gracia el premio nacional de Artesanía en 2014 y Dolores Cortés el Premio Nacional a la Pequeña y Mediana Empresa de la Industria del Sector Moda en 2017. Es una pequeña muestra del potencial de la moda valenciana, sobrada de creatividad y talento.
Valencia no sólo ha sido pródiga en diseñadores. De aquí han salido grandes profesionales vinculados al mundo de la moda: fotógrafos, publicistas, modelos, estilistas, escaparatistas y hasta directores de casting o de pasarela. «Valencia ha sido cantera de grandes profesionales en todos los ámbitos», explica la directora del Curso de especialista en moda del CEU Cardenal Herrera, Mapi Paricio. «Creo que tenemos un ecosistema especialmente rico por una herencia creativa. De aquí han salido modelos internacionales como Marta Ortiz, fotógrafos como Alvaro Beamud, directores de fashion film como Manu Portillo y diseñadores como Juan Vidal», añade. Precisamente las escuelas de diseño han posibilitado esta eclosión de profesionales de todos los ámbitos que tienen que ver con la moda. Barreira, la Escuela de Arte y Diseño de Valencia (EASD) o academias de corte y confección como Andrespert permiten a los jóvenes estudiar diseño, artesanía, estilismo, comunicación de moda y hasta vestuario para cine y televisión. «Cuando tienen una cierta proyección terminan saliendo de Valencia, pero allá donde van también hacen marca Valencia» explica Paricio.
¿Quién es quién en la moda valenciana? Si empezamos por lo básico, la costura a medida, Valencia es sinónimo de grandes nombres de la costura: Enrique Lodares, Presen Rodríguez, Juan Andrés Mompó, el peletero Amado, Alex Vidal, Valentín Herráiz… La veterana Amparo Chordá ha vestido a mujeres tan elegantes como Paloma Cuevas y Marta de Diego ha vestido de novia a muchas hijas de la burguesía valenciana, entre ellas a las hijas de la mecenas Hortensia Herrero, a quien viste habitualmente.
Parece increíble que en la era del comercio electrónico se mantenga la costura a medida. No sólo pervive, sino que tiene relevo generacional en talentos como Alejandro Resta, que tiene como clientas a mujeres de la familia real saudí.
La costura a medida ha intentado hacer valer su potencial a través del Gremio de Sastres y Modistos, que cada año organiza una semana de la Costura en el Ateneo Mercantil, aunque no ha conseguido aglutinar a todo el sector. En la última edición, desfilaron AO Concept, Dolores Costura, Edgar Molina, Sara Omatos e Isabel Serrano.
Lo de las pasarelas en Valencia es capítulo aparte. Desaparecida la Valencia Fashion Week, que dirigió Josep Lozano 1999 hasta 2014, ahora mismo coinciden en el calendario dos pasarelas: la que dirige Miquel Suay, Clec Fashion Festival, que apuesta por el diseño joven y el talento emergente, es decir propuestas rupturistas, conceptuales y nada comerciales. Y una segunda pasarela que irrumpió la pasada temporada: la Mediterranean Fashion Week. Con muy pocos medios y promovida por Sergio Puig con el apoyo de Rocío Bacharach, desfilaron Isabel Sanchís, Carlos Haro, Alejandro Resta, Antonio Faus y Francisco Sáez, junto a los diseñadores nacionales Devota&Lomba, Ángel Schlesser, María Lafuente, Duarte y Nicolás Montenegro. Habrá que esperar a la siguiente edición para ver cómo evoluciona la pasarela, aunque muchos profesionales del sector se lamentan de que se dividan esfuerzos en varias pasarelas en lugar de concentrar todo el talento en una única plataforma.
Donde también hay cantera joven es en la artesanía. El sombrerero Betto García ha conseguido hacerse hueco gracias a sus diademas y tocados que han llegado desde miembros de la casa real británica a celebridades como Cardi B, Rosalía o Penélope Cruz. La pareja de diseñadores Lucas Zaragosí y Adrián Salvador se mueven entre la artesanía y la costura y el joyero Vicente Gracia es una de los artesanos más internacionales que ha dado Valencia. Sus joyas se exponen anualmente en las subastas internacionales de Christie's y sus piezas tan personales se han vendido en Barneys, Octium, el proyecto artístico de la familia real kuwaití y en Neiman Marcus.
En el mundo del retail, Valencia vive un momento agridulce. La firma de lujo Louis Vuitton ha cerrado su tienda de Poeta Querol pero a cambio Zara ha apostado por la ciudad con una flagship de referencia, una megatienda de 5.000 metros cuadrados con innovaciones tecnológicas como los robots para recoger los pedidos online.
Más allá de Inditex y de las franquicias que homogeneizan las ciudades, Valencia tiene varias tiendas multimarca que pueden hablar de tú a tú con otras boutiques de lujo de Milán, París o NY. Una de ellas es Chapeau. Fundada por Jose Tamarit y Pilar Puchades, reúne las mejores colecciones de lujo de mujer, hombre y complementos. De sus percheros, en un espacio diseñado por el arquitecto Ramón Esteve, cuelgan las colecciones de Prada, Celine, Saint Laurent, Jacquemus, Balenciaga, Valentino, Bottega Veneta o Gucci.
Si Chapeau es el lujo en piezas de muchísima tendencia, Hannover (moda de hombre) y Wolf (moda de mujer) lo son para colecciones más clásicas y contemporáneas. Detrás del proyecto está el empresario Luis Bodes, que también apostó por Valencia con un espacio de ochocientos metros cuadrados diseñado por el interiorista Carlos Serra. En su interior, firmas como Herno, Moncler, Woolrich, Jacob Cohën, Boglioli, Brunello Cucinelli, Fay y zapatos Tod's o Hogan visten a los directivos y profesionales más elegantes de la ciudad.
Otros nombres detrás de tiendas multimarca de lujo son Lourdes Verdeguer, que en su coqueta boutique Patos trae el glamour sofisticado con marcas exclusivas como Pucci y Alberta Ferreti; Toni Palau (Zoe), Susana Camarasa (Abito Gran Vía), Pilar Pau, Lila Albanozzo (Il Baco da Seta) o Alejandra Montaner, con firmas como Masscob y Vanessa Bruno. Laura Cernichano (El Sitio de Mi Recreo o In Bocca al Lupo también han sabido mantener una fiel clientela a pesar de la competencia de tiendas monomarca y online.
Valencia también ha sucumbido a uno de los formatos más curiosos de la moda: las tiendas vintage. Arantxa Botella fue pionera con su tienda El rastrillo de Arantxa, donde es fácil encontrar piezas de Chapeau de clientas que despejan su armario de la ropa de otros años para hacer hueco a las nuevas compras.
Con un concepto algo distinto, Mª Ángeles Miguel -que había sido directora de las desaparecidas Hermès y de Salvatore Ferragamo- abrió El vestidor Vintage con un concepto que busca en la ropa de segunda mano un cierto valor histórico.
Son algunos de los nombres -y no están todos- que permiten que Valencia tenga un ecosistema de moda valorado y en permanente ebullición creativa.
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