Las duras confesiones de Rocío Carrasco: «No quería seguir viviendo, me tomé varias pastillas diferentes y me quedé dormida»

Rocío Carrasco ha decidido romper su silencio tras 25 años y no le ha temblado el pulso a la hora de hablar sobre todo y de responder a las preguntas que se le plantean y que tienen que ver con algunos de los episodios más dolorosos de su vida, con su exmarido Antonio David Flores, sus hijos Rocío y David y sobre su actual pareja, Fidel Albiac. Y lo hace este domingo, en Telecinco, en un documental sin precedentes (que se emitirá en varios capítulos) y que lleva por título 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.

En los dos primeros episodios del documental que se estrenan esta noche ('Como las alas al viento' y 'Como una ola') la hija de Rocío Jurado habla por primera vez de todos y cada uno de los acontecimientos que han marcado su vida personal entre el verano del año 1994, cuando conoce al que fue su pareja Antonio David Flores, y el 5 de agosto de 2019, fecha en la que se produce un hecho clave que cambia por completo el rumbo de su existencia.

Estas han sido algunas de las duras confesiones de Rocío Carrasco en los dos primeros capítulos de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva':

«Estoy muy nerviosa, tengo muchas ganas de llorar», ha dicho Rocío entre lágrimas nada más comenzar el documental, «pero es algo que me debo a mí y a mi gente, a mi familia, mi otra familia, la que yo he elegido. He estado mucho tiempo sin poder hablar. Creo que ahora sí puedo hablar».

«He llegado a tocar fondo y ha sido cuando me he dado cuenta de que no podía ser así», ha dicho.

Así será el próximo capítulo de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva': «Mentiras, una traición y un embarazo marcado por el horror»

- «Me han dicho demasiadas veces mala madre. Me lo han dicho en medios de comunicación, en programas de televisión... Y me han hecho sentirme mal».

- «Siempre han dado por veraz lo que esta persona (Antonio David Flores) ha dicho sobre mí. Nunca se le ha cuestionado. Si yo no hubiese tenido a mis hijos a mí todo eso no me hubiese importado en absoluto, pero eso era lo que ellos recibían día a día y lo que se les quedaba en la mente, que era mala madre. Eso es con lo que ellos han crecido».

- «Por sus acciones, mi hija cree que soy una mala madre. Mi hijo es especial y yo sé que a mí mi hijo me adora, lo que pasa es que no se le permite. Yo sé que él me ama y eso me da tranquilidad. Rocío sí, creo que sí piensa que soy mala madre».

«Me han llegado a insultar por la calle. Me han llamado puta, que si no me daba vergüenza no estar con mis hijos, que qué madre abandona a sus hijos...».

- «Antonio David, cuando me devolvía a los hijos, me decía 'te van a odiar, te los voy a quitar hija de puta, voy a hacer que te odien«.

- «A él solo le importa él, nada más».

- «Mis hijos han crecido con su versión (la de Antonio David Flores) y ahí se empieza a ver su crueldad. No le ha importado el bienestar de sus hijos, nunca. Tú no puedes quitarle a una niña de 5 años la figura materna. Y eso es lo que ha hecho».

«'Te vas a cagar Rociíto', me dijo cuando me separé y me devolvía a mis hijos en casa, 'Te voy a quitar a tus hijos' Y lo ha conseguido. Me ha quitado lo que más he querido en la vida, que son mis hijos. Yo he tenido a mis hijos muertos en vida, he tenido que hacer como que no los tengo, a pesar de estar vivos».

«Llevo en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde 2011. Síndrome ansioso depresivo moderado y grave, cronificado en el tiempo. No quería salir de mi casa, no podía desarrollar mi vida como una persona normal».

- «Antes del 5 de agosto de 2019 me dijeron que mi hija iba a defender a su padre en 'Gran Hermano VIP' y por mi cabeza empieza a pasar todo lo vivido en los 20 años anteriores. En ese momento no estaba bien, por todo lo que llevaba pasando. No veía a mi hija desde el 27 de julio de 2012 y no estaba preparada para verla defendiendo a su padre en televisión, No quería volver a sentir miedo, ni vergüenza, ni volverme a sentir cuestionada por todo el mundo. Y no quería volver a seguir viviendo en esas circunstancias«.

- «Ese 5 de agosto decidí que no quería seguir viviendo. Determino que no puedo, que no quiero, que no quiero volver, que había hecho todo lo posible para que eso cesase, poniéndolo todo en manos de la Justicia, poniendo en su conocimiento unas actitudes que yo consideraba como maltrato. La única manera de que todo se terminara era quitándome del medio».

- «Me tomé varias pastillas diferentes, me quedé dormida. Me salvó Fidel, que fue quien entró en la habitación porque vio que no me levantaba. Llegué prácticamente dormida al hospital, yo no recuerdo nada. En Urgencias me preguntan y digo que yo no quiero seguir así, que me da igual no haberlo conseguido en ese momento porque lo voy a conseguir y que siempre me queda el puente de Segovia para tirarme. Es por eso por lo que me ingresan en otro hospital con una planta dedicada a eso».

- «No quería volver a ver el odio en los ojos de mi hija, no quería volver a sentir que había perdido a las dos cosas más importantes de mi vida, que no quería que me llamaran más mala madre... Es una acción cobarde, egoísta... Una acción de la que me avergüenzo pero es la puta realidad».

- «Casi espero que sigan creyendo la versión que tienen, porque cuando mi hija se dé cuenta de lo que ha pasado, de quién es su padre realmente, va a ser el peor día de su vida y no me gustaría que sufriera».

- «A mí nadie me va a devolver besos, abrazos de mis hijos, fines de curso, todo lo que me he perdido durante tanto tiempo... Que mi hija se fue de mi casa con 15 años... Nadie me va a devolver los Reyes, las navidades... Nadie me va a devolver nada de eso. No me han dejado disfrutar de ellos, quiero que se sepa la verdad y se haga justicia. Quiero que se me deje de juzgar y hacer daño. Quiero vivir con lo que me queda, por que lo otro no lo tengo ni lo voy a tener».

- «Se me ha coartado como mujer y como persona».

- «Lo conocí en el verano de 1994 en Chipiona. Me habían quedado muchas asignaturas y mi madre quería meterme interna. Me fui a Chipiona deseando ir a la playa. A los 3 o 4 días estaba en la playa y vino un amigo mío que vino con este ser... »No te conozco«, me dijo. Primera mentira de las muchas en 20 años. Su madre, descubrí más tarde, era fan de La Jurado. Él era guardia civil por aquel entonces».

- «Para mí era un amor de juventud. Mi primer amor. Lo pasábamos muy bien... mi madre se enteró viendo las revistas. Yo pensaba que me estaba enamorando. Yo sé hoy lo que es estar enamorada. Eso no era amor, era la ilusión de una cría de 17 años».

- «¿Por qué no lo nombro? (en referencia a Antonio David Flores) Porque no. Prefiero no nombrarlo. No me hace bien».

- «Acabó el verano, volví a Madrid y fui al internado. Me llegaban rumores de que él estaba con una y con otra. Él decía que lo que querían era que la hija de Rocío Jurado no estuviera con un simple guardia civil. Usaba el victimismo. Le escribía muchas cartas. Luego las usó para filtrarlas a la prensa. Usó las cartas de una niña de 17 años para lucrarse».

- «Con 18 años decido irme de casa. Mi madre ya se había casado con José Ortega Cano. Yo iba presentando a mi novio a todos. En su boda, cuando vi a mi madre vestida de novia empecé a llorar». «Yo a José le tenía mucho cariño. Ahora los sentimientos son diferentes... Creo que no fue una decisión acertada por parte de mi madre...».

- «Cuando cumplí 18 años decidí dejar el internado e irme de casa para irme a Argentona con Antonio David. Dejé a mi madre llorando en el suelo. 'Rocío, no te vayas. Te vas a arrepentir. No me gusta'. Mi padre me dijo: 'Te va a hacer una barriga, que es lo que quiere'. Ninguno de los dos se confundió».

- «Yo no estaba dispuesta a admitir que me había equivocado al irme con Antonio David. Entonces ocurre lo de la famosa multa. Eso fue la bomba... Le llamaron por teléfono y se fue al cuartel. Luego me dijo que esto le había pasado por ser mi novio. Todo le valía menos admitir que se había quedado con el dinero de un tío. Y yo le defendía y me partía la cara con él».

- «A partir de ahí lo ponen en arresto domiciliario y se lo salta en varias ocasiones. Íbamos a comer a un restaurante del pueblo. Unos chavales que jugaban a la pelota en la plaza le increpan y le llaman chorizo. Él se va a por ellos. Eran niños. Les agrede físicamente. Uno de ellos es el hijo de su Cabo. Él no lo sabía y su padre lo denuncia. Hay un juicio y le cae otra condena, otro arresto domiciliario. Soy yo la que le dice que le van a echar y que cause baja y se vaya antes».

- «Yo tenía una amiga, Angélica. Íbamos en moto en Mataró. Un coche abre la puerta en un semáforo y me lanza de la moto. Me sentó en la acera. Veía el hueso. Me llevaron a urgencias. Había que operar en Barcelona. Llamaron a David y habló con los médicos y mi madre. Estuve un año de recuperación. Estaba impedida, no me podía mover con soltura ni moverme sola. En Argentona me voy a casa de una amiga, Cristina. Allí hay episodios de insultos; 'Inutil', 'tonta', 'estás gorda'...».

- «En ese momento no te das cuenta de la gravedad que eso tiene. Llega un momento en que lo normalizas. Hubo un momento que me tiró del pelo hacia abajo, no recuerdo de dónde vino aquello. Me dio con la cabeza en la mesa. Me echaba la culpa de todo lo que le ocurría. Solo sentí que quería irme pero no lo hacía. Estaba con una pata que no me podía mover... No hice nada».

- «En ese momento yo lo justaficaba todo. Lo dejaba pasar. Me dijo que me fuera con mi madre y que era una hija de puta. Después de eso llega el llanto, el 'perdóname, estoy nervioso, me crucifican por algo que no he hecho'. Y yo lo justificaba y lo disculpaba. Qué poco sabía lo que me iba a hacer mi verdugo».