El actor Bruce Willis en una imagen de archivo. RC

La salud de Bruce Willis sigue empeorando y ya no reconoce a Demi Moore

Una fuente cercana a la familia asegura que su exmujer está «destrozada»

A. Pedroche

Viernes, 10 de noviembre 2023, 02:47

La vida ha dado un giro de 180 grados para Bruce Willis y su familia en el último año. En febrero, la familia del actor desveló que, tras un año de exámenes y pruebas médicas, Willis había sido diagnosticado con demencia frontotemporal. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa en la que predominan las alteraciones comportamentales. Son típicos los cambios en la personalidad, conductas inapropiadas en público, impulsividad, apatía, pérdida de empatía, comportamientos repetitivos o compulsivos y cambios en la dieta. En definitiva, se produce un deterioro del funcionamiento diario de la persona.

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Como es común en este tipo de situaciones,el estado de Bruce Willis ha ido empeorando progresivamente. Según informa 'Closer', su exmujer, Demi Moore, tras regresar de un viaje por Italia, fue a verle, y éste no reconoció a la actriz. Una fuente cercana a la familia, ha infoormado al medio citado anteriormente: «Su memoria se desvaneció. Demi se dio cuenta de que él realmente no la reconocía. Está devastada. Ella no tenía ni idea de que él había caído tanto».

El actor, en cambio, si que reconoce a su actual mujer, Emma Hemming, y a sus hijas que también están completamente rotas de dolor. Pero de Moore no recuerda nada y eso que estuvieron trece años casados y es la madre de sus tres hijas. Se divorciaron en el año 2000, aunque parece que siguieron manteniendo una buena relación. El actor se casó con quien ahora es su esposa allá por 2009.

Incapaz de hablar

Parece que Willis ya no puede mantener conversaciones fluidas, así lo informa el medio. Una información que coincide con la que ofreció Glen Gordon Caron, amiga del actor, hace unas semanas en el 'New York Post', señalando que no fue capaz de comunicarse con él: «Mi sensación es que entre uno y tres minutos sabe quién soy. Él ya no es totalmente verbal. Solía ser un lector voraz y ahora no lee. Todas esas habilidades lingüísticas ya no las tiene disponibles. Sin embargo, sigue siendo Bruce. Cuando estás con él, sabes que es Bruce y estás agradecido de que esté allí, pero la alegría de vivir se le fue».

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