Sara Carbonero habla sobre cómo le afectó el cáncer y la reacción de sus hijos: «Mamá, no pareces tú»

Marta Palacios

Valencia

Martes, 11 de junio 2024, 19:40 | Actualizado 19:49h.

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Sara Carbonero recibió en 2019 una de las peores noticias de su vida: en esa fecha los médicos le diagnosticaron un tumor maligno de ovario. A partir de esa fecha, la presentadora se centró en su cuidado sometiéndose a un duro proceso de quimioterapia.

Tiempo después, y tras una complicada batalla contra el cáncer, consiguió recuperarse y ha usado sus redes sociales para compartir con todos sus seguidores algunas reflexiones sobre lo que es su lucha. La última la ha realizado en su cuenta de Instagram, donde acumula más de 3,5 millones de seguidores.

En este nuevo post, Carbonero ha desvelado cómo vivió la quimioterapia y cuál fue la reacción de sus hijos, Martín y Lucas.

«Vaya por delante que soy malísima con los selfies en el espejo pero anoche quería probar unas luces nuevas. Que si un ojo bizco, que si muy seria, la mirada melancólica, que si te sonríes mucho a ti misma es muy forzado», ha comenzado diciendo la presentadora en un emotivo mensaje al que acompañan varias instantáneas.

«Lejos de la frivolidad que pueda parecer, yo cuando me miro al espejo, lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima», ha continuado.

A través de una foto en el espejo, Carbonero ha lamentado que «por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno».

Además, ha asegurado que estuvo un tiempo sin poder moverse de la cama: «Al acabar el sexto y último ciclo de quimioterapia, yo estaba en la cama, sin poder moverme y mi hijo mayor se tumbó conmigo». Ha sido tras estas palabras cuando ha escrito lo que le dijo su hijo: «Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú».

«Yo por entonces, precisamente por no mirarme ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro. No sabía muy bien cómo salir de ahí y se me ocurrió decirle: '¿Y pestañas? ¿Has visto que me queda una única superviviente? ¡Una! ¡La más valiente!'», ha recordado Sara.

Además, ha desvelado que «a día de hoy, cuentan orgullosos a sus amigos cuando mamá tenía el pelo 'como un chico'» y, también, ha querido compartir que «el día que me vieron así por primera vez [con el pelo corto], les llevé unos puzzles para desviar su atención, como me dijo la psicóloga».