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Marina Costa Cuello
Lunes, 28 de abril 2014, 16:49
Una virulenta plaga de pulgones en los árboles y las constantes y molestas heces de los perros en la vía pública han avivado la imaginación del Ayuntamiento de Paterna, que ha optado por desarrollar dos proyectos 'animales' muy novedosos. Uno de ellos será poner en marcha una guerra biológica contra la plaga de pulgón que está devorando las hojas de más de 300 jacarandas y cersis. Los técnicos utilizarán un parásito antagonista del pulgón, una especie de chinche, para colonizar a este insaciable vecino, mediante la colocación de unas cajitas con insectos dentro.
En estas fechas las hembras de los chinches colonizan los focos de pulgón, depositando un huevo. En dos días cada una puede parasitar, de esta manera, a cientos de individuos. La batalla ya ha comenzado en las copas de los árboles con la colocación de estos particulares sistemas. Este tratamiento alternativo es inocuo para el árbol y las personas y evitará utilizar insecticidas y productos más nocivos para el medio ambiente.
Los pulgones aparecen sobre todo en primavera y verano y clavan su pico sobre las hojas, devorando la savia. Su plato preferido son los brotes más tiernos de los árboles.
Policías 'camuflados'
Pero al Ayuntamiento de Paterna se le ha planteado otro problema, también animal. Esta vez, la culpa la tienen las mascotas o, mejor dicho, sus dueños. El Consistorio está dispuesto a tener aceras impolutas con una particular medida basada en el 'camuflaje'.
Policías locales de paisano vigilarán a los propietarios de perros por las calles de la ciudad para que los vecinos cumplan la normativa y recojan las heces de los animales en la vía pública.
Los agentes han comprobado que los dueños son mucho más cívicos si ven a un policía con uniforme al lado. El problema se presenta cuando no hay un agente cerca.
Por ello, después de analizar jurídicamente la medida y confirmar que es posible que la determinación parta del Consistorio, se ha decidido que algunos agentes no tendrán que hacer uso del uniforme reglamentario para poder dar con los vecinos incívicos.
La campaña incidirá también en el resto de obligaciones de los propietarios de mascotas, como la inscripción del perro o animal de compañía en el registro público, tener al día la cartilla de vacunación, portar el chip de identificación, usar collar y correa o disponer de una licencia especial en el caso de razas peligrosas.
Un estudio policial determina que el ayuntamiento podrá poner en marcha esta iniciativa sin contar con la aprobación expresa de la Delegación de Gobierno, a la que se le había requerido este permiso en varias ocasiones sin éxito.
Los dueños pillados 'in fraganti' se expondrán a sanciones de hasta 750 euros.
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