
MARINA COSTA
Viernes, 31 de octubre 2014, 00:07
El Ayuntamiento de Paterna ha puesto parte de su patrimonio local a la venta para tratar de afrontar el pago de diez millones de euros en sentencias por expropiaciones forzosas que la corporación fijó, tras la aprobación de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1990, para hacer acopio de suelo y ejecutar proyectos que nunca se llevaron a cabo.
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Desde el año 1994 deberían haberse ejecutado las expropiaciones previstas en el plan general. Los titulares acudieron a los tribunales a pedir que se les expropiara. La actual coyuntura económica ha incrementado el número de procesos en curso. Los solicitantes tienen derecho a exigir la expropiación de su parcela, en virtud del plan general de 1990.
El problema es que ahora el consistorio tiene que hacer frente a diez millones de euros, una cifra que podría seguir aumentando.
Suelo industrial o viviendas
«Si esta circunstancia se hubiera asumido en su momento, habría costado una tercera parte. Actualmente, nos vemos en la obligación de asumir estas sentencias y por eso estamos negociando con los propietarios. No podemos abonar todas esas cantidades en metálico y, por tanto, estamos ofreciendo patrimonio municipal disponible»», explicó ayer la concejala María Villajos.
La corporación ha tenido que abonar, por ejemplo «un pago de casi dos millones de euros por una sóla de estas sentencias y la llevada esta misma semana al pleno asciende ya a 800.000 euros. Ante la imposibilidad de atender estas cantidades a nivel económico estamos recurriendo a ofrecer suelo». Así, en estos procesos de negociación con los titulares, el consistorio ha ofrecido desde solares a parcelas industriales, pasando por viviendas. «Se ofreció una casa en la zona de Campamento a estrenar y con plaza de garaje y el afectado fue a verla, se tasó, le interesó y se quedó con ella».
El problema no sólo responde a una cuestión de liquidez. Lo que recibe el ayuntamiento al ejecutar las expropiaciones son también parcelas, de modo que si se pagan con dinero la corporación acumularía una gran cantidad de suelo que quedaría, además, sin uso. Al menos, a corto o medio plazo. El hecho de que se negocie 'canjear' parcelas evita, además, una importante sangría económica para las arcas municipales.
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El ayuntamiento también está procediendo a subastar las parcelas para obtener liquidez y así poder pagar a los propietarios que reclaman el abono en metálico. Cada caso requiere una negociación previa. «Nosotros planteamos todas las opciones al afectado y muchos están entendiendo las enormes dificultades por las que está pasando la corporación y optan por una solución asumible para ambas partes».
En cualquier caso, el consistorio está firmando convenios que le permiten prorratear la deuda hasta el año 2016. Las primeras sentencias se produjeron en 2013. A partir de entonces, no han dejado de llegar. El hecho de poder pagar en 'especie' supone un balón de oxígeno para la corporación paternera.
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«Estamos ofreciendo parcelas en la zona del Parque Tecnológico, en la Cañada o en el polígono Fuente del Jarro». El pleno aprobó esta semana la permuta de un terreno industrial en esta zona para evitar el pago de 800.000 euros a un vecino por una expropiación «realizada en la etapa del gobierno anterior y con sentencia condenatoria».
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