La gestora de de la piscina de la Cotxera de Torrent cierra la instalación

Trabajadores y usuarios de la piscina cubierta municipal de la Cotxera de Torrent se encontraron ayer con las instalaciones cerradas a cal y canto después de que la empresa gestora del servicio decidiera dejar de prestarlo y declarara el contrato extinguido, tras notificarlo 30 días antes por escrito al ayuntamiento.

En una carpa, montada por la Fundación Deportiva Municipal a las puertas del edificio, los trabajadores comunicaban a las personas que se acercaron para practicar deporte las últimas noticias y les pedían sus datos para que el consistorio pudiera ponerse en contacto directamente con ellos.

En total hay cerca de medio millar de usuarios que se han visto perjudicados con este cierre unilateral y cerca de cinco centros educativos que utilizaban estas instalaciones y que ya habían abonado el pago del primer trimestre del año.

Las razones esgrimidas por la mercantil, que está al frente de la gestión desde 2011 cuando la misma firma que ahora dirige la ciudad deportiva de Parc Central renunció, se basan en el «incumplimiento contractual» por parte del ayuntamiento.

Según explican en la carta de despido, el anterior concesionario «debería haber hecho las reparaciones pendientes de resolución en los 120 días posteriores», entre ellas el arreglo del vaso grande que «ha provocado elevados y continuos costes por las fugas», valorados por la empresa en cerca de 72.000 euros y cuyas facturas se presentaron al ayuntamiento en septiembre.

El portavoz del equipo de gobierno, Andrés Campos, señala que «el anterior equipo de gobierno popular no efectuó el aval de 50.000 euros para poder resolver estas deficiencias». Además, añade que la mercantil no ha abonado el canon anual de dos años que asciende a cerca de 20.000 euros.

Campos también se muestra crítico con la actitud de la actual adjudicataria que «avisó del abandono de la gestión el 4 de diciembre, a menos de 30 días para cerrar» y explica que «ha actuado a hechos consumados porque no alertaba del problema económico que tenían, ya que las cuentas que entregaron en marzo de este año no lo reflejaban, y no nos ha dado tiempo a requerirles la documentación para hacer las comprobaciones pertinentes».

El edil también advierte que recientemente se hizo «una inspección técnica de las instalaciones donde se comprobó un deterioro notable, cuando la última reforma es de hace cuatro años, coincidiendo con el cambio de gestión» y lo achaca a «la falta de control del anterior equipo de gobierno popular».

Estas deficiencias han sido denunciadas también por los trabajadores de la firma que señalan que «no había cloro en la piscina, que funcionaba con una sola bomba, y las paredes estaban llenas de moho. Incluso, hay partes sanitarios negativos pero no lo suficientemente graves para cerrar». Además, añaden que «algunos usuarios han cogido infecciones» y que «eran frecuentes las quejas».

El ejecutivo organizó ayer una reunión urgente de portavoces en la que se dio a conocer la situación actual de las instalaciones. La concejal de Deportes, Nadia Marín, avanzó que «se tratará de dar una solución a los usuarios que ya tenían pagados los abonos, en instalaciones alternativas», ya que como señala «lo importante es seguir dando servicio, la situación de los trabajadores y evitar que las instalaciones se degraden más».

Por su parte, los populares recriminan la equipo de gobierno la «falta de información y transparencia». «Crean comisiones para cualquier cosa pero de la situación insostenible y del cierre de la Cotxera ni han creado comisión ni nos han informado de esta situación, ni han actuado hasta el punto de que la empresa gestora ha cerrado las puertas sin dar explicaciones ni a trabajadores ni a usuarios», señalan.

La mercantil depositó las llaves de las instalaciones ante el notario tras la negativa del consistorio a recogerlas porque «no consideramos justificables las razones para dejar la concesión», según Campos. Ahora, se iniciará un proceso judicial para resolver el litigio.