Albal reabre al tráfico el casco histórico tras la reforma integral de sus calles

El epicentro de Albal ha estado en obras desde principio de año debido a la urbanización de las céntricas calles Santa Anna-Sant Blai y Sant Antoni. Desde ayer las dos primeras calles se encuentran de nuevo abiertas al tránsito de coches y peatones y será hoy cuando la línea de autobús comience también a circular y hacer sus paradas por ella. Los últimos trabajos que se han realizado son los de pintura de la señalización viaria, así como la colocación del arbolado y el mobiliario urbano.

El proyecto urbanístico arrancó el pasado 10 de febrero con un plazo de ejecución de cinco meses. Las obras sufrieron un parón técnico de unos días por el estado de alarma pero, en cuanto fue posible, se reanudaron. Cuentan con una inversión de 505.000 euros y pretenden reordenar y disminuir el tráfico rodado para ganar en accesibilidad y calidad de vida de los residentes, mejorará su iluminación e imagen.

"Modernizar estas calles era un compromiso de mi gobierno con el barrio, uno de los más antiguos de nuestro municipio", ha explicado el alcalde del municipio, Ramón Marí, quien hace unos días visitaba los trabajos de pavimentación, junto al ingeniero municipal, Óscar González.

La nueva calle Santa Anna pasará a ser de sentido único y su nuevo pavimento reducirá la sonoridad al paso de los vehículos. Se instalará arbolado y todo el material urbano que sea necesario en la zona: papeleras y bancos, entre otros elementos. También se ha renovado la red de agua potable y es visible la eliminación de la barrera de contenedores que hay actualmente frente al mercado municipal que resta visibilidad a uno de los edificios más singulares que tiene esta zona del pueblo.

En esta vía principal de Albal se encuentran otros elementos arquitectónicos de importante valor como el antiguo Ayuntamiento y la Casa del Padre Carlos Ferris.

Por su parte, las obras en la calle Sant Antoni, donde residen unas 60 familias, concluyeron hace un mes. Han contado con una inversión de 250.000 euros y han mejorado la accesibilidad de uno de los barrios más antiguos de la localidad, donde habitan, en su mayoría, personas mayores. También se ha renovado la red de saneamiento y pluvial y se disminuido el tráfico rodado, cambiando el sentido de la calle y limitando el paso solo a sus residentes.

Mejorar la movilidad peatonal y ciclista de todo el casco urbano ha sido una máxima del ejecutivo local.