Alfafar se planta y exige al ministerio medidas para evitar inundaciones en la zona comercial

Las inundaciones de la zona comercial de Alfafar son una constante cada vez que llueve, provocando el aislamiento y que el aparcamiento quede inutilizado. Para evitar estas situaciones, el equipo de gobierno popular se ha plantado y reclama al ministerio las actuaciones necesarias para que no se vuelvan a repetir.

«Las trapas saltan por el agua que satura el colector oeste que va desde Silla hasta Pinedo por la V-31 y anega toda la zona«, explica el alcalde, Juan Ramón Adsuara. El problema surge por el diámetro que tiene actualmente, incapaz de asumir las lluvias torrenciales y toda el agua que recoge de otras localidades como Paiporta y porque «las bombas pierden potencia».

La propuesta del ejecutivo pasa por aumentar la capacidad, instalar una nueva estación de bombeo o, en su defecto, la puesta en marcha de los tanques de tormenta cuyas obras están paralizadas desde hace una década. Esta infraestructura «podría asumir parte del caudal que se filtraría y pasaría al subsuelo», explica Adsuara.

Los depósitos pluviales fue un proyecto del ministerio para recoger el agua de lluvia y remitirla a la depuradora de Pinedo. El objetivo es el de evitar que las aguas procedentes de los polígonos ubicados en municipios como Sedaví, Alfafar, Catarroja o Massanassa fueran directamente a la Albufera. No obstante, la empresa adjudicataria dejó a medias el proyecto en 2010 y la zona está abandonada y ha sufrido expolios durante años.

De este modo, el consistorio presentará una moción ante la Diputación para dar cuenta al Consell y la ministerio de los problemas de inundaciones que sufre la localidad y de la necesidad de solucionarlo de una manera u otra. Lo mismo se llevará ante la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) para exigir actuaciones.

Adsuara está dispuesto a llegar hasta el final en caso de que no se atiendan sus reclamaciones y, en última instancia, recurrir a los tribunales. «Si no toman cartas en el asunto las administraciones implicadas tendrán que asumir los daños que se produzcan con cada episodio de lluvias, como accidentes de tráfico, trapas, contenedores soterrados o pérdidas para las empresas«.

Entre estos problemas de inundaciones y la ampliación de la Pista de Silla que prevé el ministerio «van a conseguir aislarnos», señala el primer edil. Adsuara ya explicó para este periódico que la eliminación de las vías de servicio que recoge el proyecto de la V-31 implicaría «un aumento del tráfico por el interior de los cascos urbanos, entorpeciendo la movilidad, en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y el aislamiento de las zonas comerciales».

Ahora, y tras revisar el documento con los empresarios ha anunciado que, junto a Sedaví, y los representantes de estas áreas han iniciado un frente común con el objetivo de defender sus intereses. Las acciones previstas incluyen un estudio de tráfico con el que se pretende demostrar el colapso que implicará para estos municipios y otros como La Torre o Massanassa. También se ha solicitado el apoyo de la Mancomunitat de l'Horta Sud, con el fin de que sirva de apoyo para las alegaciones de las localidades afectadas.

En el terreno medioambiental, el alcalde, advierte que también supone «una interferencia en el Parque Natural» y «destruir unas infraestructuras en la vía de servicio que implicaron una inversión municipal en 2014 de más de seis millones de euros».