Los más de 300 alumnos del colegio Cervantes de Alboraya conviven entre escombros de las obras inacabadas

Los 313 alumnos del colegio Cervantes de Alboraya, (75 del ciclo de infantil, 230 de primaria y 8 de CIL), conviven este curso con escombros y materiales de las obras inacabadas de una reforma que se ha quedado a medias después de que la empresa constructora rescindiera el contrato con el Ayuntamiento. Esta situación, según denuncian desde el AMPA, ha dejado a los alumnos sin patio, comedor ni gimnasio que se agrava con las restricciones impuestas por el Covid-19.

Desde la asociación comentan que la obra del comedor, que consistía en una ampliación, "está a medias y seguimos sin cocina". Con la pandemia, el centro tiene que servir la comida de catering "en ocho espacios diferentes, un barracón prefabricado y siete aulas, algunos en dos turnos, para un promedio de 240 comensales diarios, que pueden llegar a 270". Esto implica que los espacios "se deben limpiar escrupulosamente antes y después de su uso por personal que no da abasto y están atendidos por el número de monitoras establecido en la ratio".

En esta línea, el AMPA advierte de que el patio "ha quedado inutilizado". "Se han arrancado los árboles; se ha levantado el piso de las pistas deportivas; hay baches, agujeros, zanjas abiertas para canalizaciones que no se han hecho y se ha derribado el muro que lo separaba del huerto escolar, dejando un desnivel enorme", señalan y añaden que, con los grupos burbuja que obliga a distanciar a los alumnos "la gestión diaria es más que complicada y las zonas para el juego al aire libre son reducidas e insuficientes".

"No se puede hacer ninguna intervención para retirar el material y los escombros y recuperar algunos metros para el esparcimiento del alumnado porque según el Ayuntamiento, está pendiente la liquidación de la obra", señalan y lo peor es que que "se puede presentar hasta mediados de enero de 2021 y, en el mejor de los casos, pasarán tres meses a partir de esa fecha para que una nueva empresa las retome".

Por todo esto, han solicitado al Consistorio que se licite y adjudique la obra cuanto antes, que se emprendan las acciones legales que corresponden y se buscan responsables y que en la nueva licitación se incluya la orden de ejecutar primero el comedor, segundo el patio y por último el gimnasio. Además, piden que hasta que comience la obra, el Consistorio haga las gestiones necesarias para recoger el material y los escombros que permita recuperar el patio.