Una exhibición de 'pole dance' en un acto público en Bonrepòs desata la polémica

La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Bonrepòs i Mirambell no podía imaginar que un acto para fomentar las compras locales se convertiría en el foco de una polémica que está dando mucho que hablar. La actuación de 'pole dance' de una gimnasta local para abrir la gala ha sido el centro de las críticas del grupo municipal de Compromís que considera que en ella se ha «cosificado» el cuerpo de la mujer.

El 'pole dance' o baile en barra es una disciplina deportiva que está a las puertas de convertirse en olímpica, donde se realizan diversos movimientos, por lo general sensuales, en torno a un poste vertical. La duda es ¿deporte o espectáculo? Según la portavoz de la formación, Rosella Antolí, en este caso «queda claro que no es una exhibición deportiva ya que el vestuario tendría que haber sido diferente».

«Entendemos que no es adecuado cosificar a la mujer en ningún espectáculo y que es deber del Ayuntamiento como comprometido con la igualdad evitar que las asociaciones que reciben subvención pública inviertan ese dinero en actividades que van en contra de lo que se ha firmado», añade.

En este sentido, desde Compromís recuerdan que, según una de las normas de la red de municipios protegidos contra la violencia machista al que Bonrepòs está adherida, «no se puede utilizar el cuerpo de una mujer en contexto sexual para vender un producto o realizar campañas publicitarias», por lo que el Consistorio «debería exigir estas mismas normas a las entidades que reciben ayudas públicas». Por ello, han solicitado que este acto no sea subvencionado por la administración local.

Para la Asociación de Comerciantes estas declaraciones han sido como un jarro de agua fría. Su presidente, Pascual Lluch se defiende destacando la paridad que hay en la directiva, compuesta por tres mujeres y dos hombres y que el objetivo era el de «fomentar este deporte». «Cada año, en la gala, se hace un pequeño espectáculo para comenzar y la gimnasta Claudia Poveda se ofreció a hacer una exhibición», explica. «Nos propuso un aéreo con telas pero la infraestructura necesaria era demasiado complicada y optamos por este otro», añade.

Para Lluch la «cosificación» no ha sido tal. «Nadie ha dicho nada, ni lo han considerado como un espectáculo sexual, al revés, ha despertado admiración, y lo que están haciendo desde Compromís es estigmatizar a una persona del pueblo», señala y apunta que «no se he pagado nada por esta actuación» que se realizó en el salón de plenos del ayuntamiento y a puerta cerrada, aunque fue retransmitida por las redes sociales.

De igual modo, desde la entidad critican que la formación haya propuesto que les retiren la subvención. «Somos un sector que estamos pagando las consecuencias de la crisis y estamos atravesando un momento en el que las ayudas son fundamentales. Parece mentira que su objetivo sea defender al comercio local», apuntan.

A la gimnasta, Claudia Poveda, protagonista del acto, la polémica le ha pillado desprevenida. «Soy una deportista y lo he sido toda mi vida. He trabajado en el circo y hago espectáculos aéreos con telas», señala, «mi intención era promocionar este deporte en el municipio, dar algunas clases, y pensamos que esta era un buena manera». «Entiendo que es la primera vez que se hace una actuación así, pero hay que romper estereotipos; no todas las 'pole dancer' somos 'striper'», añade y justifica que en este deporte «por sus características, hay que llevar poca ropa».

Por su parte, desde el Ayuntamiento, el cuarto en discordia, su alcaldesa, Raquel Ramiro se ha sorprendido por la repercusión y, aunque se «desmarca» del acto, reafirma su apoyo al comercio local «que está sufriendo la crisis sanitaria y económica y no vamos a quitar las subvenciones a un sector que ya está bastante tocado».

Ramiro señala que «no creo que la asociación tuviera esa intención» y respecto a Compromís matiza que «estoy de acuerdo en que no hay que cosificar el cuerpo de la mujer, pero tampoco hay que señalarlas ni criminalizarlas».

La primera edil explica que estaban al tanto del evento, en el que participó como invitada, y para el que se cedió el salón de plenos, pero «no conocíamos el guión de antemano. A partir de ahora pediremos previamente la programación». «No comparto la polémica porque hay cosas más importantes en las que pensar», añade.