Un grupo de vecinos reduce a un maltratador en Massamagrell cuando apuñalaba a su ex pareja en la calle

La celebración del 8-M amaneció de manera dramática. A las 8:15 horas de la mañana, Massamagrell se despertó con una agresión que estremeció a todos sus vecinos. Una mujer de 53 años, María Teresa L. P., resultó herida muy grave en el tórax y abdomen al ser apuñalada hasta en 11 ocasiones por su expareja, un exmilitar y abogado de 51 años.

Los hechos ocurrieron en plena calle Tirant lo Blanch y María Teresa fue trasladada al hospital aún con vida gracias a la valiente intervención de sus vecinos, la actuación de los policías locales y una rápida evacuación por miembros de la Guardia Civil.

Su expareja, José Manuel A. T., la estaba esperando en su coche. Cuando salió de su casa para dirigirse al trabajo, la víctima descubrió que el agresor la vigilaba. Le reprochó su actitud. Él se abalanzó sobre ella y le clavó un machete en repetidas ocasiones. La agredió con saña. Los gritos de auxilio en un vecindario tranquilo provocaron una reacción casi inmediata.

El primero en acudir, según explicó el alcalde, Paco Gómez, fue un compañero de trabajo que se enfrentó al agresor para detenerlo. Poco a poco fueron acudiendo más. Vicent bajó en pijama de su casa. «Creía que se estaban peleando, pero cuando llegué y vi a la mujer en el suelo comprendí que pasaba», relató.

«El hombre no paraba de agredirla y no soltaba el cuchillo. Hasta que uno de los hombres le dio un golpe muy fuerte en la cabeza con algo que parecía un martillo«, explicó. Se trataba de una llave cruzada que llevan los vehículos para cambiar las ruedas y que quedó sobre la calzada, al igual que dos palos de escoba y un paraguas, armas improvisadas para evitar un asesinato.

«Otro residente que iba en un coche paró enfrente para que no escapara», comentó el joven. «Los vecinos se han metido de lleno en el campo de batalla», destacó, y aseguró que unas amigas escucharon cómo el agresor decía: 'Todas sois una zorras'«. Otro de los residentes de la calle que llegó más tarde explicó que vio al agresor «con la cara ensangrentada sentado en el suelo, los policías ya estaban allí. La mujer decía que no podía respirar«.

La actuación de los policías locales, que fueron los primeros en llegar, también fue clave. El individuo con la cara ensangrentada por los golpes, seguía con el machete en la mano. Uno de los agentes lo encañonó con su pistola y le pidió a gritos que lo tirara, tras unos segundos de tensión, obedeció y lo engrilletaron. Cuando llegó la Guardia Civil poco después, se hizo cargo del detenido, José Manuel A., y le informaron de sus derechos y del motivo del arresto (un delito de intento de homicidio).

La víctima fue trasladada al centro de salud de la localidad por una patrulla del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil de Valencia. Mientras uno de los agentes taponaba las heridas, el otro conducía. Desde allí, el equipo médico del SAMU la llevaron al Hospital Clínico donde fue operada de urgencia. El agresor también fue atendido por las heridas en la cabeza.

Los sanitarios que atendieron a la mujer felicitaron a los guardias civiles, ya que evitaron que la víctima se desangrara al taponar una de las heridas más graves.

La Guardia Civil trabajó sobre el terreno durante varias horas, en donde ocurrieron los hechos y en el interior del vehículo del detenido, donde encontraron unos prismáticos y armas blancas, y fue retirado por una grúa.

María Teresa conoció a su agresor en un despacho de abogados y cortó la relación hacía dos años cuando se enteró de que él tenía antecedentes por violencia de género. El sujeto, que reside en Turís, la estaba acechando e incluso supuestamente había deshinchado uno de los neumáticos de su vehículo, como ya ocurrió hace unos días, por lo que todo parece indicar que actuó con premeditación. No existía orden de alejamiento ni denuncia previa.

Ayer el municipio de l'Horta Nord cambió el manifiesto previsto por el 8-M por un acto de condena por estos hechos frente al Ayuntamiento.