Un preso huye de Picassent tras saber que su pareja quería romper la relación

La Guardia Civil y la Policía Nacional buscan desde el domingo a Aquilino, un preso de la cárcel de Picassent que se fugó de la prisión aprovechando uno de sus permisos para salir a zonas exteriores próximas al centro penitenciario. Según las primeras investigaciones, la fuga se produjo tras conocer que su pareja, una mujer que también estuvo un tiempo en la cárcel, había decidido romper la relación sentimental. Ante esta preocupante circunstancia, y para evitar un posible acto violento por parte del sospechoso, ella ha sido sometida a protección policial.

Según ha podido saber LAS PROVINCIAS de fuentes de la Guardia Civil, Aquilino estaba entre rejas por presuntos delitos de violencia de género, amenazas y quebrantamiento de medida cautelar. Actualmente formaba parte, junto con otros reos, de lo que se conoce como clasificación mixta.

Todavía no había alcanzado las condiciones del tercer grado penitenciario (que ya permite pasar jornadas fuera de la cárcel para luego regresar a dormir), aunque sí estaba autorizado a salir en algunos momentos del día a zonas externas colindantes a la prisión para realizar tareas de jardinería o limpieza.

Normalmente, entre semana, los reos autorizados para estos cometidos operan bajo la coordinación y vigilancia de un responsable de jardinería de la plantilla de la prisión. Sin embargo, este empleado no está los fines de semana. Y lo que hizo Aquilino fue largarse durante una de estas salidas para trabajos exteriores. Aprovechó, en parte, el gran trasiego dominical, jornada de la mayoría de visitas a presos por parte de sus familiares o amigos. Se ignora si recibió algún tipo de auxilio con vehículo o sencillamente echó a correr, pero lo cierto es que no estaba en el recuento posterior de reos. Fue entonces cuando la prisión alertó de lo sucedido a la Guardia Civil, que comenzó su búsqueda.

En este caso las fuentes penitenciarias consultadas no creen que se haya producido un fallo de vigilancia, dada la condición de cierta confianza que ya disfrutaba Aquilino. Lo comparan a las faltas de regreso a prisión de algunos reos durante los permisos penitenciarios.

Es sabido entre los trabajadores de la prisión que la pareja del fugitivo también había estado en la cárcel y salió en libertad condicional hace poco. Según las primeras investigaciones, la voluntad de la mujer de dejar la relación con el recluso podría ser el detonante de su fuga. Otras veces ya había salido al exterior a limpiar, pero siempre regresaba con normalidad. Dados sus antecedentes, las fuerzas de seguridad han acordado prestar protección policial a su ya expareja mientras tratan de localizarlo en los lugares que solía frecuentar antes de su ingreso en Picassent.