Salta desde el balcón de un segundo piso antes de ser detenido en Bonrepòs

La Policía Local y Guardia Civil actuaron de forma conjunta para detener a un individuo que se había tirado de un segundo piso de una finca de la calle Ribera de Bonrepòs i Mirambell. La caída fue amortiguada por un coche que estaba aparcado debajo, causando importantes desperfectos, y que sirvió para evitar que se diera de bruces contra el asfalto. Así, rebotó sobre el techo y cayó sobre su hombro en el suelo de la calzada.

A pesar del impacto, el hombre, que llevaba el torso desnudo e iba descalzo, se levantó como si nada y embistió contra uno de los agentes que se acercaron a él e intentaron reducirlo. Se produjo un forcejeo en el que el individuo insultaba y propinaba golpes como podía, puñetazos y patadas, mientras hasta cuatro policías utilizaban sus porras, como se puede ver en un vídeo grabado por los vecinos.

La lucha solo concluyó con el uso de una pistola taser con la que consiguieron inmovilizarlo y ponerle las esposas para trasladarlo hasta el vehículo policial. Los agentes recogieron un cuchillo de grandes dimensiones que había cerca del lugar de los hechos.

Mientras se producía el forcejeo, desde los balcones, algunos vecinos le gritaban que dejara de resistirse, «tranquilo, no te muevas que es peor», le decían llamándole por su nombre, e incluso hubo quien se atrevió a acercarse para decirle que se tranquilizara. También se oyeron gritos de protesta de «no hay derecho a como se vive en esta finca».

Según señalan algunos residentes de la calle, que fueron los que dieron la voz de alarma, se trata de unos 'okupas' y posiblemente la disputa se produjo por un asunto familiar, lo que no se explican es cómo el individuo acabó lanzándose por el balcón del segundo piso, ante el asombro de todos los presentes, y levantarse como si nada.

No obstante, desde el Ayuntamiento, el alcalde, Rubén Rodríguez, no ha confirmado que realmente el individuo viviera en un piso ocupado. Rodríguez señala que en esa noche no había patrulla policial, debido a que hay un agente de baja lo que provoca que la vigilancia nocturna se alterne. Por lo que tuvieron que intervenir policías de los cuerpos locales de los municipios de Almàssera y Massamagrell, además de la Guardia Civil.

De todas maneras, apunta que «era imposible parar a esa persona» y que «se habrían necesitado refuerzos igualmente». «Fue algo muy desagradable. Nunca habíamos vivido una situación similar en nuestro municipio», señala el primer edil.