Solo un 10% de las empresas del polígono Vereda Sur de Beniparrell podrán recuperar su actividad la próxima semana
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El alcalde, Voro Masaroca, traslada al conseller de Industria, Rafael Climent, su intención de declararlo como zona catastrófica tras el desbordamiento del barranco
ada dasí
Beniparrell
Lunes, 9 de noviembre 2020, 22:19
Solo un 10% de las empresas del polígono Vereda Sur de Beniparrell podrán recuperar su actividad la próxima semana
La desolación se ha instalado en el polígono industrial vereda Sur de Beniparrell, el que más está sufriendo las consecuencias del desbordamiento del barranco el pasado día 5. Tanto es así, que la Asociación de Empresario, Aembe, estima que solo un 10% de las empresas allí ubicadas podrán recuperar su actividad normal la próxima semana y que la mayoría podrán hacerlo en el plazo de un mes.
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Y no es para menos, después de tres días, el panorama seguía siendo desolador ayer con naves con cientos de kilos de escombros en las puertas para tirar, despachos destrozados y trabajadores limpiando el barro que se acumula en el interior de las naves. En las calles, seguían trabajando los tractores para quitar el fango y las grúas retirando los vehículos averiados.
Estas últimas jornadas no han sido nada fáciles para los industriales y trabajadores que vieron como en veinte minutos el nivel del agua crecía hasta el metro y medio entrando en las naves y llevándose por delante los coches. Han sido ya muchas jornadas de duro trabajo, sin apenas dormir con la esperanza de poder recuperar el ritmo del trabajo lo más pronto posible. En este polígono conviven pequeñas empresas, regentadas por autónomos, con otras más grandes principalmente del sector de la logística, pero en su mayor parte son pymes o micropymes que tienen menos de 30 empleados.
«Lo hemos perdido todo»
«Lo hemos perdido todo, hasta el camión que estaba dentro de la nave», comentaban desde Vial Montajes, una empresa dedicada al mobiliario que ayer, seguí retirando material dañado por la riada. «No hemos podido servir a los clientes porque está todo para tirar», aseguraban, además del despacho donde se acumuló el barro junto con el agua y las cañas echándolo todo a perder. Otra mercantil dedicada al suministro de papelería tenía ante la puerta montañas de material inservible, con los despachos también anegados por el agua se hacía difícil seguir el ritmo diario como hasta ahora, más pendientes de valorar las pérdidas.
Los trabajadores limpiando y vaciando las naves.
A. D.
En Talleres Rimi, el panorama era similar, dedicados a montajes de grupos electrógenos y reparación de maquinaria de obra pública, no pudieron retomar el trabajo porque han perdido motores nuevos, alternadores, centralitas de motores y cables, entre otros productos, que han quedado inservibles. «Nos ha pillado cuando más trabajo teníamos», lamentaban, aunque señalaban que esperan poder retomar la actividad «la próxima semana». En el bar Vereda Sur también lamentaban lo ocurrido. «Está casi todo para tirar, incluso las mesas y las sillas porque son de metal y al mojarse se pueden pudrir por dentro. Ha sido un desastre», comentaban y a esto hay que sumar la pérdida de los dos coches particulares de los propietarios.
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Retorno «gradual y escalonado»
El retorno a la actividad «será gradual y escalonado», explicaba la presidenta de Aembe, Carmen Sorio. «Depende de si son transformadoras o comercializadoras. Las primeras han perdido la materia prima, la maquinaría y el mobiliario, por lo que el recuperación será más compleja». Carmen también señala que a estas pérdidas se añaden los daños estructurales en las naves «como la aparición de grietas o el abombamiento de las puertas, que son otras cuestiones a tener en cuenta».
La asociación está asesorando en todo momento a los empresarios y ha asumido la instalación de una docena de contenedores de escombros en la zona con una capacidad de 30.000 metros cúbicos.
Desde el Ayuntamiento también se trabaja sin descanso. El Conseller de Industria, Rafael Climent visitó ayer el sector acompañado por el alcalde, Voro Masaroca, quien le trasladó su petición de declararlo como zona catastrófica para que el cerca de centenar de empresarios pueda acceder a ayudas, tras pérdidas millonarias en todo el sector. «Ahora lo más importante es articular ayudas a través de la zona catastrófica junto a otras localidades como Almussafes o si ellos no lo piden, seguiremos insistiendo en solitario», añadió.
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«Estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para ayudar a los empresarios», señaló el alcalde, «hasta que no vuelva a la normalidad no vamos a parar». Masaroca advierte de que esta situación se produjo porque el barranco recoge el agua de otros municipios como Alcàsser y Picassent. «Sería muy positivo y una solución parcial si el cauce del barranco tuviera continuación en un kilómetro o kilómetro y medio más, aunque no serviría frente a lluvias torrenciales como las de la semana pasada», asegura.
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