Los toques manuales de campanas reviven la fiesta de San Juan y el Cristo de la Vida en Massanassa

La pandemia no ha impedido que las campanas de la iglesia de San Pedro de Massanassa tocaran hoy el 'Repic de la vespra' a las ocho de la tarde que anuncia la festividad de San Juan, como tradicionalmente se ha hecho. Lo que sí que ha cambiado ha sido el escenario con una plaza vacía que en ocasiones anteriores hubiera estado repleta de gente para celebrar la ofrenda, dado que las fiestas se suspendieron por la crisis sanitaria.

La Colla de Campaners, una de las pocas que quedan en la comarca de l'Horta Sud, han hecho sonar las campanas de manera manual y con muy poca publicidad para evitar las aglomeraciones, empezando con un toque de entierro "como homenaje a las víctimas de la pandemia", como explican, para después dar rienda suelta al toque de la fiesta "para que se sepa que la vida continúa".

Uno de estos campaneros es Toni Moreno que aprendió este arte de los antiguos serenos, que eran los encargados de hacer sonar las campanas en el municipio. A pesar de que ya están motorizadas "seguimos haciéndolo de manera manual y entre 15 y 18 veces al año, coincidiendo con las festividades", explica, y aunque este año fue imposible hacerlas sonar durante el Corpus, por el confinamiento, hoy volvieron con sus toques para anunciar las fiestas mayores tras la misa de la tarde.

No obstante, la Colla Despertaes que colabora en este evento lanzando tronadores y carcasas no pudo participar en el evento. Este ha sido el primer año en que no lo han hecho desde que recuperaron la tradición en 2008. Ellos son también los que mantienen viva la 'traca correguda' que tampoco podrán celebrar en esta ocasión.

Mañana será el día gran de la fiesta de San Juan y el Cristo de la Vida en Massanassa y aunque los actos más significativos como la procesión, que es multitudinaria, no tendrán lugar, los vecinos llevan desde que se inició el estado de alarma con las estampas de la imagen colgada de sus balcones para pedir la protección del Cristo que en 1865, les salvó de una epidemia de cólera. Lo único que se celebrará será la misma con las restricciones de aforo que marcan las autoridades sanitarias.