Torrent lidera un frente común en l'Horta Sud para exigir la limpieza de los barrancos

Las consecuencias del último temporal en l'Horta Sud ha tensado más el pulso que mantienen los ayuntamientos con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por la falta de mantenimiento de los barrancos que discurren por sus términos y que, al fin y al cabo, desembocan en la Albufera. El alcalde de Torrent Jesús Ros anunció ayer en rueda de prensa, la creación de un frente común para que el organismo "cumpla con su cometido".

Según el primer edil, durante las última lluvias, "el agua discurrió por cualquier sitio menos por los cauces de los barrancos", en relación a los desbordamientos sufridos en varias zonas. "Ahora tendremos que asumir miles de euros para despejar todos los arrastres. Le enviaremos la factura a la CHJ para que sepa lo que cuesta reparar una infraestructura que es de su competencia", añadió.

Por ello, Ros propone la unión de una veintena más de municipios con afectación de cuencas "para sentarnos con los responsables de las cuencas y no levantarnos hasta que haya una solución", como es el caso de Alaquàs y Aldaia, o Picassent y Beniparrell. El primer edil hace referencia a que la CHJ, "ni hace ni deja hacer", ya que los ayuntamientos no pueden actuar en estas zonas si no es con el permiso pertinente.

De hecho, técnicos del organismo supervisaban ayer los vados de los barrancos en los que se tienen que actuar para comprobar que los trabajos cumplan los requisitos. Al igual que el paso de Maestro Fortea donde el desbordamiento provocó que las viviendas quedaran incomunicadas.

Con el mismo fin, la ejecutiva comarcal del PSPV trabaja en una moción para presentar en los plenos exigiendo que el organismo "cumpla con su competencia, muy importante y necesaria en esta época del año", como señaló el edil, Andrés Campos. La propuesta ha tenido buena acogida entre municipios como Aldaia o Picassent que sufren las consecuencias de inundaciones y desbordamientos que "podrían evitarse", si los cauces estuvieran en condiciones y se realizaran inversiones en infraestructuras.

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján afirma que "seguiremos exigiendo las inversiones necesarias y la limpieza anual de los cauces, queremos una solución integral", ya que el cunetón que se instaló en el barranco de la Saleta es una solución provisional. "Hasta ahora no hemos tenido que lamentar ningún daño personal , pero no hay que esperar a que esto ocurra, sino que hay que poner todos los medios ya", añade el primer edil.

Conxa Garcia, alcaldesa de Picassent, opina de manera similar, "se han hecho inversiones para que no crezcan las cañas en un tramo del barranco pero el resto se debe mantener en las condiciones adecuadas". "Los arrastres han causado muchos daños en estas lluvias", añade y también se ha llevado por delante la malla instalada en la zona urbana del barranco para evitar la presencia de las cañas.

En Catarroja y Massanassa respiran más tranquilos desde que se amplío el cauce del barranco de Chiva, pero aún así el alcalde de Catarroja, Jesús Monzó advierte de que "los pueblos más cercanos a la desembocadura somos los que más sufrimos la pasividad de la Confederación en estos temas". "Hay tramos en los que crece la vegetación que después arrastra la corriente y puede provocar problemas en los puentes", comenta.

Paiporta también reclama la limpieza del barranco en su tramo no urbano, aunque la confederación ha desarrollado trabajos de este tipo dos veces al año. "Ahora queremos sacar adelante el proyecto de la vía ciclopeatonal que una el municipio con Catarroja y es necesario que el tramo esté en condiciones", comentan.

En Beniparrell, donde las pérdidas materiales en el polígono industrial Vereda Sur a causa del desbordamiento del barranco se cuantifican en millones de euros, su alcalde, Voro Masaroca ya advirtió que una ampliación del barranco en un kilómetro podría evitar situaciones como las que se vivieron la semana pasada.

Para poder actuar en los barrancos los ayuntamientos tienen que pedir permiso a la CHJ, "no puedes tocar ni una piedra porque te enfrentas a una sanción", explican. Otra de las quejas de los consistorios que lidian conla CHJ es la tardanza para dar la autorización que se retrasa durante meses y mientras, subsiste el problema que afecta tanto a las inundaciones en la gota fría como a los incendios en verano.

Catarroja consiguió el año pasado que el permiso que otorga el organismo tuviera una vigencia de dos años, prorrogable a dos más, para actuar en la limpieza del margen del barranco de Chiva, otra cosa es el cauce, donde solo tiene competencias la CHJ. El problema, según explica el alcalde, Jesús Monzó es que, "tras una sentencia los ayuntamientos podemos actuar en los tramos urbanos, mientras que hay otros puntos muertos que no pertenecen a nadie o donde, como ocurre aquí, está entre dos municipios, son casuísticas que se tienen que regular".

Además, en los casos en los que se trata de terrenos que no están ubicados dentro del término municipal "nos es más difícil contratar las actuaciones porque la intervención nos pone reparos ya que no se pueden destinar recursos municipales para trabajos fuera de los límites del municipio". Monzó reclama además, que "no nos pueden dejar a las administraciones locales solas con los escasos recursos que tenemos para acometer actuaciones como la limpieza de los barrancos".