Trampas inteligentes contra las ratas en Museros

La presencia de roedores en núcleos urbanos y cerca de zonas habitadas supone un peligro para la salud y el bienestar de la ciudadanía, por lo que la Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Museros ha decidido implantar de forma definitiva un sistema tecnológico, con trampas inteligentes, para disminuir la población de roedores en el municipio. La decisión llega después de haber hecho una prueba piloto de tres meses que ha demostrado una eficacia elevada al reducir notablemente la población de ratas.

De esta manera, el consistorio refuerza su confianza con Anticimex, compañía especializada en control de plagas, con el fin de llevar a cabo los tratamientos necesarios para regular la densidad poblacional de roedores y minimizar los riesgos que esta especie conlleva, protegiendo así la salud y la seguridad del vecindario.

Según la ambientóloga y concejala de Agricultura y Medio Ambiente, Beatriz Sánchez Botello, “es la manera más ecológica y limpia de controlar a los roedores del lugar, sobre todo a nivel alcantarillado. Además, "se han colocado los dispositivos en zonas más próximas a la huerta para reforzar la reciente colocación de trampas en las palmeras, pues la presencia de estos animales se hace más notable en dicho enclave. Según el análisis de los datos recogidos, pensaremos en trasladar los equipos a otras zonas”, apunta.

El tratamiento, denominado Pipe, consiste en un sistema digital de trampas automáticas con sensores de movimiento y temperatura que permiten detectar y eliminar el roedor en su hábitat natural, la red de alcantarillado. Tras cada activación, el sistema vuelve a estar disponible inmediatamente. Los dispositivos empleados para el control de plagas son sostenibles y ecológicos, por lo que usan productos respetuosos con el entorno.

Este sistema permite monitorizar en tiempo real y realizar un seguimiento online, por lo que no es necesario que los técnicos se desplacen para conseguir la eficiencia del servicio. Esto se traduce en una reducción del número de desplazamientos que contribuye a disminuir las emisiones de CO2.